La Vanguardia

Una catalana en la Polinesia

Recuperado ‘Paradisos oceànics’, de Aurora Bertrana, sobre su vida en Papeete

- JOSEP MASSOT Barcelona

Formó parte en los años veinte de una de las primeras bandas de jazz integrada por mujeres en Europa, fundó el Lyceum Club Barcelona, del cual sería la primera presidenta; participó en el Club Femení i d’Esports de Barcelona; en 1933 fue candidata por ERC al Congreso de Diputados en las primeras elecciones en que podían votar las mujeres... Aurora Bertrana (1892-1974), de quien se celebra el 125.º aniversari­o de su nacimiento, fue también atípica en la literatura catalana, gracias a su deseo de aventura y a su empeño en llevar una vida independie­nte por encima de los prejuicios de la época, “una aventura propia”, como ha dicho Maria Bohigas. O como dijo la autora: “Lo primero que hay que hacer con la vida es vivirla, y luego, si acaso, escribirla con conocimien­to de causa…”

A los ocho años –cuenta la escritora en Memòries fins al 1935– quiso ver el mar, sólo que el mar estaba a 40 quilómetro­s, no se lo dijo a nadie y ella iba a pie. No llegó a la playa, y cuando regresó, se encontró con el castigo de sus padres. “Pero eso no me desanimó ni disminuyó mi afán de vivir aventuras y conocer lugares nuevos e ir a la mía. Cuando acabé la escuela quería ser escritora, pero mi padre que sabía muy bien lo que era escribir y pasar privacione­s (ballarla magra), dijo que no quería que su sargantane­ta se dedicara a este oficio y encaminé mis pasos hacia la música”. Su padre era Prudenci Bertrana, de quien este año se cumple el 150.º aniversari­o de su nacimiento en Tordera, y cuya obra está siendo recuperada por Oriol Ponsatí en la editorial Ela Geminada.

Aurora Bertrana llegó a ser una buena violonceli­sta que tocaba con un terceto de mujeres en una café de la Rambla. En 1923 fue a Suiza a perfeccion­ar sus estudios. En una de sus actuacione­s en la radio, conoció al ingeniero suizo Denis Choffta. “Siempre me he considerad­o una mujer fuerte e independie­nte, pero en los años veinte no era fácil ser una mujer sola. Tenía 33 años cuando el 30 de mayo de 1925 nos casamos”. Al año siguiente, el matrimonio viajó

LUCHADORA Aurora Bertrana superó los prejuicios de su época para cumplir su sueño literario

a Tahití, donde su marido tenía que construir una central eléctrica. La experienci­a de tres años en Polinesia sirvió para que Aurora Bertrana cumpliera su sueño de ser escritora. Escribió Paradisos

oceànics. La edición, con fotos de su marido, se agotó a los pocos días y ella misma hizo la versión castellana con Emili Oliver, periodista de La Vanguardia. El libro era inencontra­ble y ahora lo rescata la editorial Rata, como título señero de la rentrée literaria en catalán, añadiendo ocho relatos más y textos de Mar Abad, Neus Real, Oriol Ponsatí, Jenn Díaz, Josep Maria Fonalleras y la propia editora, Iolanda Batallé.

Aurora Bertrana siguió escribiend­o otros libros y también artículos para D’Ací i d’Allà, dirigida entonces por Carles Soldevila, quien le decía: “Escribe usted como ángel un poco endemoniad­o, pero vaya con cuidado con lo que escribe. No olvide que nuestra revista la compran muchos curas”.

Paradisos oceànics fue recibido con cierto desdén por parte de la crítica. “Los falsos sabios de entonces –porque cada época tiene sus falsos sabios y en aquella época no faltaban– sonreían con desdén y publicaban discretas ironías, saludando la aparición, en las letras catalanas, de Aurora Bertrana. ¡Una mujer que, sin pedirles consejo, osaba escribir y publicar un libro entusiasta que cantaba a la naturaleza exótica y los hombres primitivos!” La acusaron de ser una discípula de Rousseau “con una irónica piedad hacia aquellas teorías de retorno a la naturaleza”. Bertrana, aunque es consciente de que es su primer escrito, les responde con la misma ironía: “Les molestaba un poco –muy poco, naturalmen­te, porque ellos ya sabían que una mujer poca competenci­a puede hacer a los hombres en ningún dominio científico, artístico o literario– que, de repente, yo subiera de un salto a la plataforma del tranvía del renombre, donde ellos ya iban tan estrechos haciendo Dios sabe qué y cuántos equilibrio­s para no perder el lugar adquirido a fuerza de codazos”.

Prudenci Bertrana, al fin dio su brazo a torcer, y propuso a su hija escribir un libro a cuatro manos.

En 1935, durante el Bienio Negro, con parte de sus amigos encarcelad­os, Aurora Bertrana quiso ir a Marruecos para investigar la situación de la mujer en el protectora­do español y el hombre musulmán, tan parecido en muchos aspectos –decía– al hombre de su tierra. Ventura Gassol, gran amigo de la escritora, la animó a hacerlo, aunque el resto de las amistades intentaron hacerle ver los peligros que corría “una mujer sola”. En Marruecos visitó cárceles, harenes y se las ingenió para entrar en un burdel, mientras su marido, que no entendió el conflicto catalán, hablaba de “la locura catalana”.

Su marido se pasó al bando franquista y ella se exilió a Suiza. En Ginebra y Lausana colaboraba en diversas publicacio­nes. “No tengo casa ni dinero y vivo de la caridad de mis amigos exiliados como yo, pero siento mucha vergüenza y prefiero la soledad de mi pequeña habitación. No tengo muchos recursos y me veo con la necesidad de cantar en una orquesta de tangos y boleros para poder comer”, escribió en su diario.

En Suiza colaboró con la Cruz Roja Internacio­nal y en 1945, finalizada la Segunda Guerra Mundial, fue a Étobon, un pueblecito de la Alta Saona, con una alta actividad de la resistenci­a francesa y donde los alemanes fusilaron a todos los hombres. Sólo quedaban mujeres, niños y un único anciano achacoso. “Nadie reía ni hablaba en voz alta”, escribió.

En 1949 pudo regresar a Catalunya. De su experienci­a de la Guerra Mundial extrajo material para escribir Camins de somni, Tres presoners y Entre dos silencis. En 1970 fue llevada al cine su novela Vent de prop, con el título La larga agonía de los peces fuera del agua, interpreta­da por Joan Manuel Serrat y Emma Cohen. Murió en 1974 y su obra quedó olvidada.

RECUPERACI­ÓN La editorial Rata publicará ‘Paradisos oceànics’, añadiendo ocho relatos más

SOBRE EL NAZISMO Escribió de un pueblo francés en el que todos los hombres fueron fusilados

 ?? . ?? Aurora Bertrana, vestida con el pareo de las islas de los Mares del Sur, donde vivió tres años, de 1926 a 1929
. Aurora Bertrana, vestida con el pareo de las islas de los Mares del Sur, donde vivió tres años, de 1926 a 1929
 ?? . ?? La cabaña donde vivía la escritora en Papeete, en Tahití
. La cabaña donde vivía la escritora en Papeete, en Tahití

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain