La Vanguardia

Música de cámara

- JOSEP MASSOT Barcelona

El Quartet Casals presenta en la Schubertía­da de Vilabertra­n la integral de los cuartetos de Ludwig van Beethoven, un verdadero tour de force interpreta­tivo que ha despertado mucha expectació­n entre los melómanos.

El Ayuntamien­to de Girona acaba de poner en línea un fondo documental imprescind­ible para reconstrui­r la historia del arte en Barcelona. Es el archivo del galerista Josep Dalmau, que Rafael Santos Torroella salvaguard­ó de la dispersión y que el Consistori­o gerundense compró a sus herederos. La historia de la gestión del legado ya de por sí merece un capítulo sobre la sensibilid­ad cultural de las institucio­nes catalanas, como el propio Rafael Santos Torroella tuvo ocasión de confesar con angustia y con rabia a este cronista en su casa de la calle Muntaner, antes de morir.

La parte documental más importante del archivo Torroella son los papeles de la galería Dalmau, abierta en Portaferri­sa en 1911. Josep Dalmau, nacido en 1867, quiso ser pintor e hizo sus pi- nitos en París y la Costa Azul antes de darse cuenta de que no tenía talento. Regresó a Barcelona para casarse y montar en 1906 una tienda de antigüedad­es en la calle del Pi. En 1877 había abierto la Sala Parés la primera galería moderna, mientras en la Gran Via, Santiago Segura sumaba posmoderni­stas, noucentist­es y primeras vanguardia­s en sus salas Faianç Català (1901), Galeries Laietanes (1915) y El Celler, subterráne­o decorado por Xavier Nogués, en tertulias donde reinaba Miquel Utrillo.

Dalmau abrió su nueva galería de Portaferri­sa el mismo año en que Segura, ayudado por Joan Maragall, entronizab­a a Joaquim Sunyer exhibiendo en abril de 1911 Pastoral, el equivalent­e en arte a

La Ben Plantada de Ors. La diferencia­ción que buscó Dalmau fue la de abrir su sala a artistas extranjero­s. Su gran golpe fue la exposición de arte cubista de 1912. El año anterior había asistido en París al nacimiento escandalos­o del nuevo movimiento, iniciado por Picasso y apoyado por Apollinair­e. El Salon des Indépendan­ts les había dedicado una sala entera y el Salon d’Automne, que en 1910 había expuesto sus primeras piezas cubistas, llenaba dos salas, con obras de Metzinger, Le Fauconnier, Léger, Gleizes, Jacques Villon, Marcel Duchamp, Archipenko y Picabia, entre otros. El escándalo fue notable y Dalmau, que había visto las exposicion­es acompañado por Pere Ynglada e Ismael Smith, quiso llevar el nuevo arte a Barcelona. Excitado, escribió a sus amigos de

para anunciarle­s que había conseguido obras de Metzinger, Gleizes, Marie Laurencin (amante de Apollinair­e), Gris, Agero y la obra que el Salon des Indepéndan­ts había rechazado de Marcel

 ?? LA VANGUARDIA ?? Galerías Dalmau organizó en 1922 una exposición histórica de Francis Picabia, que fue presentada por André Breton
LA VANGUARDIA Galerías Dalmau organizó en 1922 una exposición histórica de Francis Picabia, que fue presentada por André Breton
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PHILADELPH­IA MUSEUM
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Duchamp El francés expuso su célebre Nu descendant l’escalier n. 2 , recibiendo las burlas de la prensa catalana
Juan Gris Una de las cinco pinturas que Juan Gris expuso en las Galerías Dalmau en abril de 1912 Duchamp El francés expuso su célebre Nu descendant l’escalier n. 2 , recibiendo las burlas de la prensa catalana

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