El imán de la mezquita reclutó y radicalizó a los jóvenes de Ripoll
Los familiares de los terroristas, consternados, se concentraron en señal de repulsa
Consternación, incredulidad y repulsa. Ese es el estado de ánimo de Ripoll, una pequeña población gerundense donde durante meses se gestó la célula yihadista que el jueves atentó en Barcelona y Cambrils. De allí nació el grupo formado por más de una decena de jóvenes de origen marroquí cuya vida se ha desarrollado plenamente en la población y con un nivel de integración que nadie ponía en duda. Hasta el jueves, cuando sus nombres aparecieron vinculados con la masacre.
La madre del presunto terrorista fugado Youness Abouyaaqoub, el único miembro de la célula huido y presunto responsable del atropello masivo en la Rambla, lloraba desconsolada preguntándose cómo su hijo fue capaz de cometer tal atrocidad e hizo un llamamiento para que se entregara a la policía. “Quiero que se entregue. Prefiero que vaya a la cárcel antes de que esté muerto”. La madre quería evitar que a Youness le ocurriera lo mismo que a El Houssaines, su otro hijo, que también formaba parte de la célula y fue abatido el jueves cuando participó en el atentado del paseo marítimo de Cambrils.
Los familiares de los terroristas también son las víctimas colaterales del atentado. Había tres pares de hermanos entre los doce integrantes de la célula. En total, cinco familias destrozadas y aturdidas por un atentado cuya preparación fue, según ellos, completamente insospechada. No tenían ningún indicio.
Las madres y padres de los miembros de la célula de Ripoll encabezaron una concentración que se convocó a las seis y media de la tarde frente al Ayuntamiento para mostrar su consternación, su incredulidad y su repulsa por el atentado cometido por sus hijos. Durante la concentración exhibieron pancartas con el lema “no en mi nombre” y gritaron al unísono “no al terrorismo”, “el islam es paz” y “estamos con las víctimas”. Todo ello entre lágrimas y abrazos.
Sin poder contener el llanto, la hermana de Omar y Mohamed Hichami, de 21 y 24 años –ambos abatidos en Cambrils–, relataba que cuando se enteró por los medios de los autores del atentado suplicó que fuera un error “y no fueran ellos. Ahora me he quedado sola”.
Nunca sospecharon nada. No atisbaron nada que les indicara que se hubieran radicalizado. Eran jóvenes y como todos los jóvenes iban de vez en cuando a Barcelona y a Vic. En ningún momento barruntaron que las dos ciudades estaban en el punto de mira de sus hijos para cometer un atentado de mayor envergadura del que finalmente cometieron en Barcelona y Cambrils, como demuestran las tres furgonetas que alquilaron y que preveían cargar con explosivos.
El padre del fugitivo Youness, a pesar de no notar nada, presiente quien los radicalizó. Tenía que ser una persona mayor con superioridad moral y que tuviera contacto con los jóvenes. Fue el imán. “Pasaban horas con el imán. Pensábamos que era una buena influencia. Nunca pensábamos que estaba haciendo eso”.“Les han lavado el cerebro”, se lamentaba la prima del fugitivo.
Las sospechas de la familia de uno de los presuntos terroristas también las tienen los Mossos. Los expertos en la lucha antiterrorista que asesoran a la policía alertan que los procesos de radicalización empiezan en internet, donde se capta el interés de los jóvenes, pero se consolida con el contacto personal. Y eso fue lo que hizo el imán.
El líder espiritual Abdelbaki Es Satty, de origen marroquí y 45 años, es el sospechoso de desarrollar las tareas de captación, reclutamiento y radicalización de los jóvenes de Ripoll y los Mossos tienen bastante claro que su cuerpo es uno de los sepultados bajo los escombros de la casa de Alcanar que servía de laboratorio de explosivos y que saltó por los aires la madrugada anterior al atentado. El imán llevaba viviendo en Ripoll desde hacía años. Fue el responsable de una pequeña mezquita que hay en el municipio que daba servicio a una cuarentena de fieles, pero en abril del 2016 aceptó la propuesta de otro centro islámico que se creó en Ripoll con capacidad para mayor cantidad de fieles y cambió de centro. Allí fue donde entabló el contacto con los terroristas. Pero como ocurre en todo este asunto nadie sospechó nada. La comunidad islámica Annour que levantó la mayor mezquita de Ripoll con el imán al frente afirma que en ninguno de sus rezos dio muestras de estar radicalizado. “Si hubiera tenido un discurso radical desde la comunidad no se le habría permitido, nadie lo aceptaría”, subrayan los responsables del centro. Aun así, fuentes de la lucha antiterrorista consideran que es un salafista radical que ejercía de líder de la célula.
De semblante serio y actitud solitaria, la andadura del imán al frente de la mezquita fue breve. En mayo de este año los responsables del centro dieron por finiquitado su trabajo después de que este les solicitaran irse de vacaciones a Marruecos durante tres meses. “No lo pudimos aceptar. Nosotros necesitamos un imán que como mucho se tome tres semanas de vacaciones pero no más”. Y así finalizó la tarea de Es Satty al frente de la mezquita. Los responsables del centro no volvieron a tener noticias de él hasta ayer cuando su nombre apareció como uno de los líderes de la célula de Ripoll. De hecho, en el centro pensaban que se había marchado y que ya no vivía en el municipio puesto que no le habían vuelto a ver.
Su compañero de piso, sin embargo, confirmó que los últimos meses estuvo en Ripoll. Abandonó el domicilio el martes de esta semana. Le dijo que se iba a Marruecos a ver a su mujer y sus hijos. Los Mossos sospechan que nunca llegó a Marruecos. Su destino fue Alcanar, donde todo apunta que perdió la vida mientras manipulaban los explosivos con los que pretendían crear una gran masacre en Barcelona, Vic y Cambrils. Los Mossos irrumpieron ayer de madrugada al domicilio del imán para practicar un registro en busca de “armas, municiones, explosivos, instrumentos, efectos, documentos o papeles” relacionados con el delito de terrorismo que investiga la Audiencia Nacional. Los Mossos buscaron huellas dactilares que permitan identificar los restos biológicos hallados bajo los escombros de la casa de Alcanar y saber si se corresponden con el imán.
LA MADRE DEL FUGITIVO “Quiero que se entregue; prefiero que vaya a la cárcel antes de que esté muerto”
EL PADRE DEL FUGADO “Pasaban horas con el imán; pensábamos que era una buena influencia”
EN LA MEZQUITA “Si el imán hubiera tenido un discurso radical, la comunidad no lo habría permitido”