La seguridad El Gobierno mantiene la alerta 4 por terrorismo y evita al ejército
Se refuerzan las actuales medidas de seguridad en zonas concurridas y turísticas
El Gobierno ha decidido que la alerta antiterrorista de nivel 4 sobre 5 continúe a pesar de los atentados de Barcelona y Cambrils, aunque con refuerzo de las medidas de seguridad, que ya se implantaron en la primavera del 2015, tras los atentados de Charlie Hebdo en París. Más presencia policial no sólo en las calles, sino en los sitios más concurridos, infraestructuras estratégicas, centros comerciales, eventos de gran afluencia y zonas turísticas.
Más seguridad, pero a cargo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: Policía Nacional, Guardia Civil, Mossos d’Esquadra y Ertzaintza. Aumentar el nivel a 5, el máximo, que supone que existe un inminente riesgo de atentado, hubiera supuesto no sólo crear más alarma de la existente por el atropello masivo en la Rambla y el posterior choque en Cambrils, sino que el encargado de esa mayor seguridad sería el ejército.
Esta es una medida que se descartó en el 2015 ante los informes de los expertos, como ahora –la decisión se adoptó por unanimidad de la mesa de valoración de alerta antiterrorista–, sino por el significado de los militares patrullando en las calles.
La utilización de tropas tal vez podría ser bien aceptada ahora, después de la experiencia que muchos españoles han vivido en las calles de Francia o Bélgica, pero a nadie se le escapa que la presencia del ejército en las calles de Barcelona, recién golpeada por el terrorismo, pero en pleno proceso independentista y cuando los responsables de las instituciones catalanes pretenden que desemboque en un referéndum unilateral podría añadir tensión y agravar la situación, ya de por sí complicada.
Una cuestión que pesa en los responsables políticos del Gobierno central, aunque las fuentes consultadas aseguran que si los expertos, que son en los que han confiado los políticos hubieran hecho la más mínima indicación de que existía un peligro que recomendara recurrir al ejército, el Gobierno no hubiera dudado en elevar el nivel de alerta, “que ya supone la activación de importantes capacidades de los cuerpos de seguridad”.
Además, la experiencia francesa, que lleva con el ejército patrullando las calles dos años, no parece que haya supuesto una mayor seguridad. No sólo no se han frenado los atentados, sino que los propios militares se han convertido en objetivo de los terroristas.
Sin embargo, el Ejecutivo asegura que la decisión ha sido puramente técnica. Y por unanimidad de la mesa de valoración de la amenaza terrorista, presidida por el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y con asistencia del secretario de Estado de Seguridad, los máximos responsables de la lucha antiterrorista en España de la Policía nacional, de la Guardia Civil, del Centro de Inteligencia contra el terrorismo y el Crimen Organizado (Citco), el director del CNI, responsables de los Mossos d’Esquadra, de la Ertzaintza y del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas.
Tras la reunión de la mesa, el ministro trasladó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una reunión celebrada en la Moncloa, las conclusiones de la mesa. El presidente del Ejecutivo se lo comunicó inmediatamente, mediante un mensaje, a los líderes políticos de todos los partidos con representación parlamentaria, antes de hacer pública la decisión.
“En estos momentos, es crucial para la seguridad de nuestros ciudadanos que los expertos realicen una evaluación certera de las consecuencias a corto y medio plazo de los atentados y que se pongan sobre la mesa las diferentes perspectivas y análisis sobre la entidad de la amenaza a la que nos enfrentamos”, dijo el ministro en una posterior rueda de prensa.
El ministro aseguró que “no se dan las condiciones” para elevar la alerta a un nivel 5, ya que según la información de la que disponen los expertos “no hay una situación de atentado inminente”. El ministro la considera “prácticamente desarticulada”, dados los terroristas fallecidos, los detenidos y las identificaciones hechas.
De todas formas, el ministro quiso dejar claro que “el riesgo cero no existe” que “la seguridad absoluta es difícilmente alcanzable”, pero que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, todos, “seguiremos trabajando para cortocircuitar sus planes”, y lo harán desde “la colaboración, la cooperación y la lealtad. Una lealtad y una colaboración que el ministro quiso destacar durante su comparecencia ante la prensa.
No obstante, el ejercicio de evaluación de la alerta terrorista se hace semanalmente desde que se elevó al nivel 4, y se seguirá haciendo todos los jueves. De esta forma, los expertos serán los que decidan, en vista de los hechos, la situación y las informaciones, si se mantiene ese nivel o se eleva, porque así lo recomiende, en cualquier momento,la seguridad de los ciudadanos.
Esta y otras decisiones serán evaluadas mañana por el pacto antiterrorista, que se reunirá en el Ministerio del Interior con asistencia por primera vez del PDECat y el PNV, y en espera de que ERC decida si acude o no a la invitación que se le ha curso desde el PP.
La mesa de valoración, con presencia de los Mossos, acordó por unanimidad seguir en nivel de “riesgo alto”