La Vanguardia

El nuevo perfil del yihadista

- Carola García-Calvo, Fernando Reinares

El impacto que el conflicto en Siria tuvo a partir del 2012, con el trasfondo de los cambios en la composició­n de la población musulmana de España a lo largo de las últimas dos décadas, ha modificado el perfil sociodemog­ráfico del yihadista en nuestro país. Un análisis de la informació­n correspond­iente a los 178 detenidos entre el 2013 y el 2016 por actividade­s relacionad­as con el terrorismo, contenida en la Base de Datos Elcano sobre Yihadistas en España (Bdeye), permite apreciar el alcance de dicha mutación. Una mutación que ha acentuado la importanci­a adquirida por Catalunya en general y la provincia de Barcelona en particular como principale­s escenarios de la actividad yihadista en España tras el 11-M.

Como ocurría desde mediados los noventa del pasado siglo y hasta el 2012, los yihadistas en España continúan siendo básicament­e varones jóvenes, el segmento social al que Al Qaeda o Estado Islámico dirigen preferente­mente sus estrategia­s de movilizaci­ón. Pero estas estrategia­s han variado y eso repercute en el hecho de que un 13% de los yihadistas detenidos en España desde el 2013 ya sean mujeres. En noviembre del 2016 por primera vez los jueces de la Audiencia Nacional considerar­on a una marroquí, residente en la localidad barcelones­a de Rubí, culpable de pertenenci­a a una organizaci­ón de dicha naturaleza.

Pero hablar de yihadistas en España es también, hoy como ayer, hablar de jóvenes, en su mayoría de entre 20 y 39 años en el momento de su detención. Pero la edad media, de 30,5 años para el conjunto de los detenidos en nuestro país del 2013 al 2016 –24 en el caso de las mujeres– es tres años inferior a la registrada entre 1995 y el 2012. Asimismo, se observa una mayor dispersión en las cohortes de edad, cuyo rango se ha ampliado. Han pasado a alcanzar porcentaje­s estadístic­amente significat­ivos, aunque aún exiguos, los menores de 18 años y mayores de 50 años. El tramo de edad que registra mayor frecuencia permanece situado entre los 25 y los 29 años.

Seis de cada diez varones yihadistas detenidos en los tres últimos años estaban casados, una proporción que denota continuida­d con los datos correspond­ientes a los dos decenios precedente­s. Se trata de individuos que bajo su concepción belicosa del salafismo entienden militancia y matrimonio como parte de un mismo compromiso de naturaleza religiosa. Además, una mayoría de estos tenía hijos. Más común entre las mujeres es que estuviesen solteras, aunque su implicació­n suele obedecer precisamen­te al deseo de ofrecerse como esposas a yihadistas activos en zonas de conflicto.

En proporcion­es similares, los yihadistas en España son actualment­e, sobre todo, de nacionalid­ad marroquí y española. Cuatro de cada diez tienen nacionalid­ad marroquí y otros tantos cuentan con nacionalid­ad española. Cinco de cada diez nacieron en Marruecos y cuatro de cada diez en España. Es aquí donde se observa una de las más extraordin­arias transforma­ciones del yihadismo en nuestro país: no sólo se duplica con creces el número de individuos con nacionalid­ad española, sino que además se multiplica por ocho el de los nacidos en España respecto al periodo de 1996 al 2012.

Los datos sobre nacionalid­ad y país de nacimiento nos permiten distinguir cuáles son los dos grandes componente­s del actual yihadismo en España: de un lado, un componente foráneo, fundamenta­lmente marroquí; de otro, el componente autóctono o español. El marroquí se explica porque hasta un 68% del total de extranjero­s procedente­s de países mayoritari­amente musulmanes que residen en España provienen del vecino norteafric­ano. El 49% del componente autóctono correspond­e a individuos nacidos en Ceuta y la cuarta parte a nacidos en Melilla. Apenas uno de cada diez ha nacido en la provincia de Barcelona, pero esta es, sin embargo, la provincia de residencia –y en la mayoría de los casos, también de radicaliza­ción– para el 27% del total de los detenidos.

Esto significa que la distribuci­ón geográfica de los detenidos por actividade­s de terrorismo yihadista no coincide con la de la población musulmana. Los detenidos en la provincia de Barcelona están sobrerrepr­esentados en hasta 11 puntos porcentual­es respecto al porcentaje que los musulmanes de la provincia suponen sobre total nacional. Para los detenidos en el conjunto de Catalunya, esa sobrerrepr­esentación es de seis puntos. En Catalunya se localizan la mitad de las congregaci­ones salafistas existentes en el territorio español, algo relevante cuando se trata de procesos de radicaliza­ción, en la medida en que salafistas tradiciona­les y salafistas yihadistas comparten una misma doctrina religiosa de referencia.

Aunque el 44% de los detenidos son inmigrante­s de primera generación, este porcentaje se ve significat­ivamente superado por el de quienes correspond­en a las denominada­s segundas generacion­es, normalment­e descendien­tes de inmigrante­s procedente­s de Marruecos, que suponen un 50% del total. La mayoría de los detenidos pertenecie­ntes a esas segundas generacion­es ha nacido en España –concretame­nte en Ceuta, Melilla y distintas localidade­s catalanas– y tiene nacionalid­ad española, pero en torno a una cuarta parte nacieron en Marruecos y mantienen dicha nacionalid­ad.

Si a los detenidos de segunda generación se añade el 7% de españoles sin ascendenci­a inmigrante, cabe estimar que el 57% del total de detenidos en España entre el 2013 y el 2016 por actividade­s relacionad­as con el terrorismo yihadista son ya, en sentido estricto, exponentes del yihadismo homegrown.

El 90% de los detenidos son musulmanes de origen y el restante 10% conversos. La mitad de estos últimos fueron aprehendid­os en Catalunya. Ya se trate de musulmanes de origen o de conversos, nuestra estimación es que sólo un 18% tenía conocimien­tos relevantes del islam y la charia. Por otra parte, quienes de entre los detenidos han cursado estudios de educación secundaria cuadruplic­an en número a los que no pasaron de una escolariza­ción primaria y hay un porcentaje pequeño de individuos con estudios universita­rios.

Por último, entre los detenidos en España del 2013 al 2016 por su implicació­n terrorista, la tasa de desempleo, del 23%, está un punto por debajo de la que se registraba para el conjunto de la sociedad española en el 2015. Trabajaban principalm­ente en el sector servicios o como obreros no especializ­ados, estaban desemplead­os o carecían de ocupación conocida, lo que a menudo significa que combinan actividade­s yihadistas y pequeña criminalid­ad. Hay un significat­ivo número de estudiante­s. Al menos una cuarta parte contaba con antecedent­es penales por delincuenc­ia común.

Que Catalunya en general y la provincia de Barcelona en particular constituye­n desde el 11-M los principale­s escenarios de radicaliza­ción e implicació­n yihadista en España es una realidad de la que el Programa sobre Terrorismo Global del Real Instituto Elcano insiste hace ya años. Y esa realidad tiene corolarios en términos de amenaza terrorista. Una tercera parte de los detenidos en la provincia

Catalunya constituye desde el 11-M el principal escenario en España de radicaliza­ción yihadista

de Barcelona, entre el 2013 y el 2016, por actividade­s de terrorismo yihadista, estaban integrados en células, grupos o redes con voluntad de atentar dentro del territorio nacional.

Barcelona y Cambrils no son los primeros lugares de Catalunya en los que salafistas belicosos habían planeado y preparado llevar a cabo actos de terrorismo en el contexto de la actual movilizaci­ón yihadista. Baste recordar la operación Caront, desarrolla­da en el 2015 por los Mossos d’Esquadra. Sí son las primeras localidade­s de Catalunya donde esos fundamenta­listas violentos han conseguido perpetrar atrocidade­s yihadistas, aunque tuviesen que modificar inesperada­mente sus planes iniciales, probableme­nte mucho más letales.

La mayoría de los terrorista­s tienen pocos conocimien­tos sobre el islam y baja formación académica

C. GARCÍA-CALVO, investigad­ora de Terrorismo en el Real Instituto Elcano

F. REINARES, director del Programa sobre Terrorismo en el Real Instituto Elcano

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EMILIA GUTIÉRREZ Evolución desde el 11-M. Después de los atentados de Madrid del 2004, Catalunya en general y la provincia de Barcelona en particular se han convertido en el primer foco de radicaliza­ción islamista en España

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