La rúbrica del paseo más triste
Miles de personas firman el libro de condolencias habilitado en el Ayuntamiento de Barcelona
El recorrido por la Rambla no acaba en el monumento de Colón este fin de semana. Como si fuera un desvío de paso obligatorio para los barceloneses que han salido a la calle a demostrar que no tienen miedo, el paseo finaliza por un día en la plaza Sant Jaume, donde el Ayuntamiento ha abierto sus puertas con el libro de condolencias puesto a disposición de la ciudadanía. Durante el día de ayer pasaron más de 2.745 personas.
“Hemos venido en autobús desde Les Corts para pasear por la Rambla y comprar en la Boqueria, como cada sábado”, dice Antoni Nordi, acompañado de su mujer Elvira. Ambos saben que no es un día cualquiera y por eso han girado en la calle Ferran para llegar hasta el espacio de luto en el que se ha convertido el Ayuntamiento y dejar por escrito sus sentimientos, “más que de indignación, de rebeldía ante el miedo”.
Es un desvío que sólo toman los vecinos de la ciudad. Prácticamente la totalidad de personas que rubrican su duelo en los libros del Saló de Cent son barceloneses. “Es una manera de expresar la rabia y la pena que sentimos”, reconoce Esther Pérez de Rozas, vecina de Horta.
“Somos una ciudad abierta y aquel que está en Barcelona es barcelonés, llevaremos a las víctimas siempre en el corazón”, dice Maria Concepció Macias, que pasaba unos días en la Costa Brava y ha bajado a la capital a rendir tributo. Tres chicas con velo portan un pequeño cartel: “Lo sufrimos nosotras también”.
Cuando cesa la lluvia al mediodía, se forma una larga cola en los accesos al salón más noble del Ayuntamiento. En algunos momentos de la tarde hay que esperar hasta dos horas pero nadie se queja, impera un silencio absoluto. Hay gente de todas las edades, desde niños en brazos hasta Rafael Torró, de 85 años, que va acompañado de su hija. Se emocionan al hablar de los dos escenarios de la barbarie terrorista: a la Rambla han ido a pasear “toda la vida” y en Cambrils veranearon durante varias décadas. “Pensaba que nunca nos pasaría esto en Barcelona, se me pone la piel de gallina cada vez que lo pienso”, concluye Torró.
Los primeros en dejar sus condolencias a primera hora de la mañana fueron la alcaldesa, Ada Colau, el equipo de gobierno y los concejales de los grupos de la oposición. “Estamos más juntos que nunca, Barcelona es una ciudad sin miedo”, ha remarcado Colau tras abrir el libro de condolencias.
A los miles de vecinos de todas las edades, de Barcelona y las ciudades del entorno se suma algún que otro turista que pasaba por delante y se ha querido sumar al homenaje. También visitaron el lugar el exalcalde y presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, así como el Rey, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, y representantes de administraciones locales. El salón permanecerá abierto este domingo hasta las ocho de la noche.