Cinco años de Catalonia Sacra
Más de mil años de cristianismo en Catalunya han dejado un poso maravilloso de patrimonio cultural y artístico. Un patrimonio que nos llega en torno a una ermita perdida en el Pirineo, de una iglesia parroquial de pueblo, de una gran catedral de ciudad, o de un aislado monasterio. Un patrimonio que se concreta en grandes edificios, claustros o campanarios, y en pequeñas cruces de plata –obras maestras de la orfebrería–, pasando por retablos y ornamentos, música y fiestas. Un patrimonio que, asumiendo la cultura de siglos, refleja la evolución de los estilos artísticos, desde el prerrománico fundacional hasta el modernismo de Gaudí, pasando por el gótico luminoso o el barroco escenográfico.
Este patrimonio –de valor infinito para los cristianos, testigo vivo de la historia de nuestras comunidades–, a su vez, toma una importancia fundamental desde la perspectiva de la identidad y de las raíces culturales de nuestro país. Si el patrimonio manifiesta la identidad, este patrimonio creado al amparo de la Iglesia explica una parte esencial de nuestra identidad como país. De esta importancia somos muy conscientes, desde la Iglesia. Es por ello que nos sentimos obligados a cuidarlo, a tenerlo a disposición de quien desee conocerlo.
Pero también es obligado plantearnos cómo lo damos a conocer y cómo lo explicamos. Porque para dar a conocer nuestro patrimonio, no bastan datos técnicos, cronológicos y estéticos; para comprender una pintura, un retablo, una iglesia, un aspersorio, tanto creyentes como no creyentes, necesitan conocer a fondo los fundamentos espirituales, teológicos y litúrgicos de estos bienes si quieren comprender su razón de ser. Es necesario que hablemos del nervio divino que reside bajo esa piel humana que es el patrimonio –llena de valores humanos, con sus grandes virtudes y algunas de sus limitaciones–.
Para empezar un trabajo interdiocesano en el campo de esta misión divulgativa de la Iglesia nació hace cinco años Catalonia Sacra, un proyecto que, si bien arrancó un poco a tientas, hoy está lleno de vida y de esperanzas. Catalonia Sacra es una propuesta para descubrir los valores de nuestro patrimonio. Es un proyecto poliédrico que ha logrado una voz propia y unitaria desde el respeto, la coordinación y el consenso con las diócesis con sede en Catalunya, y con una gestión propia de nuestros tiempos.
Con Catalonia Sacra los obispados vamos configurando una propuesta capaz de dar formación a las personas que quieren conocer y dar a conocer nuestro patrimonio; ofrecemos una agenda de actividades de descubrimiento del patrimonio cultural de todo el país; avanzamos en la confección de unos servicios de atención turística a los grupos que quieran visitarlo; buscamos estrategias para ayudar a las parroquias a desarrollar su potencial cultural y la imprescindible colaboración institucional; y difundimos a las redes sociales las acciones en favor del patrimonio que se hacen desde todo el territorio...
Una buena comprensión del patrimonio de la Iglesia es al mismo tiempo vehículo de comunicación de los valores evangélicos. Este patrimonio, siendo como es fruto de la inculturación de la Fe en Catalunya, se convierte también en un medio de presencia del Evangelio a lo largo de la historia y hoy.
¡Felicidades!
La comprensión del patrimonio de la Iglesia es un vehículo de comunicación de los valores evangélicos