Valverde mete prisa
El Barça debuta en la Liga sin Suárez ni Iniesta y el técnico pide cerrar la plantilla
Si el 1 de junio, en su presentación, le hubieran dicho al entrenador del Barcelona que esta tarde en el primer partido de Liga tendría que hacer una alineación para jugar contra el Betis sin Iniesta, Luis Suárez y Neymar, que los fichajes de estrellas se harían de rogar, que la salida de los descartes estaría estancada, que el Madrid se llevaría la Supercopa con dos exhibiciones y que sobre la directiva iba a pender la espada de Damocles de una moción de censura, igual se lo piensa dos veces antes de aceptar el desafío.
Es lo que le ha pasado a Ernesto Valverde en los 81 días que el técnico lleva en el cargo en el Camp Nou, en los que casi todo ha salido al revés. El técnico sabe que tiene mucho trabajo por delante, tanto en lo futbolístico como en lo anímico, después de lo visto en el Santiago Bernabeu, y no ha puesto excusas –“los entrenadores somos los padres de la derrota”, dijo en su puesta de largo–. Eso sí, ha metido un poco de prisa para que lleguen los refuerzos lo antes posible. A 12 días de que se cierre el mercado, Valverde dio síntomas de impaciencia. “Claro que me gustaría que la plantilla se cerrase cuanto antes para saber con qué puedo contar. Espero tener una plantilla acorde con las exigencias que tenemos”, dijo, dando a entender que su confección actualmente no se corresponde a las necesidades de un equipo que aspira a recuperar el trono de la Liga, a mantener el cetro de la Copa del Rey y a intentar volver a los puestos de nobleza en la Champions después de caer en cuartos de final las dos últimas campañas.
Pese a que el panorama no es ni el ideal ni el esperado, Valverde, que no es un recién llegado en esto del fútbol, se ve capacitado para intentar revertir la depresión en la que el Barça parece haber entrado. De hecho, el técnico de Viandar de la Vera no quiere hacer una montaña para que no cunda el desánimo cuando la temporada acaba de empezar. “La lesión de Suárez puede suceder, perder con el máximo rival siempre es un problema, y claro que teníamos ilusión por conseguir el primer título pero los problemas están para afrontarlos y no para pensar lo grandes que son. Estoy en un gran equipo, tengo ganas de empezar la Liga y tenemos que tener una respuesta”, arengó.
No fue en el trofeo Gamper, tampoco en la ida de la Supercopa de España ni será hoy en la primera jornada. El Camp Nou aún no conoce al sustituto de Neymar en la delantera. Una fuga que ha hecho mucho daño a la planificación deportiva blaugrana. Valverde no tuvo reparos en reconocer que le trastocó sus planes. “La baja de Neymar fue una sorpresa y me ha cambiado el guion que yo tenía cuando llegué. Ahora tenemos que buscar nuestro camino. Hay que trabajar en la misma dirección, pero de otra manera, para rearmarnos. Tenemos que dar un paso al frente y no estar constantemente mirando atrás”, pidió.
Valverde ha perdido los dos primeros partidos oficiales, algo que no pasaba en Can Barça desde hace treinta años cuando le sucedió a
Luis Aragonés en una temporada muy conflictiva que acabó con el motín del Hesperia de los jugadores contra la directiva de Núñez y con la llegada de Johan Cruyff al banquillo. El Txingurri, en cambio, ha sacado conclusiones. “Las dos derrotas me han servido de mucho”, reveló. Y aunque tras el Bernabeu destacó que el equipo necesitaba ganar, ayer añadió divertir al Camp Nou: “Lo prioritario es ganar y jugar bien. Yo no sé cómo se gana jugando mal. Es verdad que a veces se gana sin jugar bien pero eso es a cara o cruz. Si quieres incidir en la moneda, tienes que jugar bien... hacia delante y hacia detrás”, puntualizó.
No lo tendrá fácil contra el nuevo Betis de Quique Setién, un técnico muy ofensivo. “Espero un rival que quiera llevar la iniciativa del juego. Es un equipo que juega a imagen de su entrenador, quiere la posesión y nos va a meter una presión alta. Podremos tener espacio porque no creo que se encierren”, vaticinó.
Durante el primer año de Luis Enrique decía el campeón del mundo Tostão que el Barcelona de Messi, Neymar, Luis Suárez, Iniesta y Xavi era lo más parecido que había existido en el fútbol al Brasil de 1970, el mejor equipo de la historia de los Mundiales. A Valverde le toca hoy la faena de jugar sólo con Messi. “Es el mejor del mundo. Entre todos le tenemos que ayudar en el campo. Hay que encontrar el juego para que él se sienta a gusto y él nos ayude a nosotros”. Tras conseguir los tres puntos, será el momento de girar la mirada al mercado.