La reinvención de Ato
En 1991 Josep Balcells, presidente del grupo lácteo Cebalsa Ato, cerró la venta de la empresa familiar a Union Laitière Normandie. “Teníamos 5 fábricas y 1.200 trabajadores en toda España pero el mercado había cambiado. Había aparecido la gran distribución, con un gran poder de compra, mientras los industriales estábamos muy atomizados. Para no perder mercado teníamos que hacer marca blanca y los hípers, que marcaban el precio, nos dejaban casi sin margen, así que decidimos vender”.
La firma cotizaba en la Bolsa de Barcelona y los franceses lanzaron una opa por 4.000 millones de pesetas de las de entonces. La familia Balcells, máximos accionistas, se llevaron la mayor parte del pago y empezaron a explorar nuevas vías de negocio que les llevaron finalmente al inmobiliario. “Hay que espabilarse y adaptarse porque el mercado cambia y te deja fuera”, señala.
Balcells y sus 3 hermanos habían fundado Ato en los años setenta. “Fue una idea de mi madre, que era una mujer muy emprendedora. Nosotros teníamos una vaquería en Sants y cuando el Ayuntamiento prohibió tener vacas dentro de la ciudad nos dijo: ¿porqué no compramos máquinas para embotellar y les compramos la leche a los ganaderos?”. Y así la familia abrió su primera planta en la Zona Franca. “El nombre me lo inventé yo, porque inicialmente vendíamos como Balcells pero era difícil de pronunciar para muchos castellanoparlantes, así que buscamos una marca fácil”.
Tras la venta de Ato, la familia reenfocó sus negocios al sector inmobiliario, al calor del boom incipiente de internet. “Mi sobrino me enseñó cómo funcionaba: yo no sabía qué era”, señala Balcells, ingeniero técnico de formación, que destaca la importancia de adaptarse a los cambios tecnológicos porque crean nuevos mercados.
Así, promovieron edificios de oficinas en los solares que poseían en el barrio de la Marina, para albergar los centros de datos que se estaban instalando en Barcelona y fundaron Datagrama, un datacenter, que posteriormente vendieron a Jazztel, cuando “vimos que la concentración del mercado haría inviable una empresa pequeña como la nuestra”.
A partir del año 2000 los hermanos Balcells se reparten el patrimonio familiar y cada uno de ellos inicia su propia trayectoria empresarial. Josep, ya por su cuenta, se introduce en la promoción de aparcamientos y en el
Ato llegó a tener 1.200 empleados y 5 plantas pero la presión de la leche de marca blanca les decidió a venderla Pionero en explorar nuevos negocios, creó la firma de internet Datagrama y los trasteros Mi Almacén
2004 transformó uno de ellos en el primer negocio de trasteros de alquiler de la ciudad: Mi Almacén. “Lo había visto en Estados Unidos. Pero aquí el concepto en ese momento no cuajó: nos adelantamos un poco”. En esos años también se introduce en el negocio de los concesionarios de coches, creando Dream Cars, una firma que importaba vehículos americanos de alta gama, y Saga Motors, que importaba vehículos alemanes de lujo, como Mercedes, sin las listas de espera de meses que requerían entonces los concesionarios.
En el 2010, en plena crisis, decidieron entrar en la promoción residencial, impulsando de nuevo Ato como marca. “En esos momentos era fácil comprar solares. Y nos pareció que el sector se recuperaría”. El grupo se ha especializado en viviendas de gama alta, con acabados de calidad y personalizados. Ato acaba de entregar su primera promoción, en Sant Just Desvern, hace pocas semanas, y tiene otras tres en marcha y negociaciones avanzadas para comprar otras dos. “Creamos una sociedad para cada operación, y buscamos inversores que nos acompañen. Llevamos la gestión, pero no tenemos la mayoría”, afirma.
Balcells, de 76 años, señala que ya está menos que antes en el día a día, porque “el negocio lo llevan mis hijos, David y Victor. Sigue en forma (juega al pádel con regularidad) y sigue pendiente de nuevas oportunidades de negocio. “Ahora las empresas son muy grandes y hay menos oportunidades para un emprendedor. En España lo que funciona es el turismo y, desde luego, la construcción. Estamos muy lejos de estar en una burbuja. Y el sector tiene cuerda para al menos tres años”, señala.
Josep Balcells, presidente de Ato Immobles y expresidente del grupo lácteo Cebalsa Ato