Un actor en diez películas
Un recorrido por algunos de los títulos de una carrera con altibajos
Jerry Lewis podía gustar o no pero fue uno de los cómicos más importantes del cine norteamericano de los cincuenta y sesenta y en su haber cabe anotar la actualización de la tradición del absurdo y el slapstick. Forma parte de la memoria sentimental de varias generaciones de espectadores, los que vieron sus películas cuando se estrenaron y aquellos que las recuperaron en las tardes televisivas de los fines de semana. También director, demostró, además, con el tiempo, que su talento de intérprete podía contener más registros que el personaje torpón que lo lanzó a la fama. Para algunos, el doblaje al español le jugó una mala pasada, por un tono de voz que no ha resistido muy bien el paso del tiempo. Sigue una selección de algunas de sus películas.
Mi amiga Irma (1949). Su primera película, junto al cantante Dean Martin, con quien triunfaba en los escenarios. Una guapa secretaria (pero con pocas luces) quiere ayudar a sus amigos cómicos a encontrar trabajo. Dirigida por George Marshall, el lucimiento actoral es para la chica, Marie Wilson.
Loco por Anita (1956). Último título de los 17 que interpretó junto a Dean Martin, en esta ocasión dirigidos por Frank Tashlin, su realizador de cabecera, y con la aparición de Anita Ekberg. Interpreta a Malcolm Smith, un cinéfilo enamorado de la exuberante actriz sueca que gana, junto a un amigo metido en líos de juego, un espectacular coche rojo con el que se desplazará a Hollywood para conocer a su ídolo. Puede percibirse la tensión personal entre los dos protagonistas.
El botones (1960). Elogiada por Charles Chaplin, Lewis interpreta, en esta obra dirigida por él, a un botones de un lujoso hotel en Miami Beach, que deberá afrontar todo tipo de catástrofes. El resultado es un conjunto de sketches encadenados que por momentos tienen un aire a Jacques Tati. Lewis, en un homenaje al cine mudo, se pasa la película sin pronunciar palabra hasta que llega la última escena.
El terror de las chicas (1961).
Después de graduarse en la universidad, la novia de Herbert le abandona y él desarrolla una misoginia que le hace jurar que permanecerá soltero para siempre. Sus convicciones se pondrán a prueba al ser contratado como chico para todo en una residencia femenina. Con gags muy divertidos, y un mismo decorado dominante. El director, de nuevo, fue el mismo Lewis.
Lío en los grandes almacenes
(1963). Una de sus películas con la comicidad más conseguida. La dueña de unos grandes almacenes da un empleo a Raymond con el fin de hundirlo moralmente, haciéndole pasar por todas las secciones y peripecias, ya que su hija está enamorada de él. Contiene el mítico gag de la máquina de escribir. Dirigida de nuevo por Frank Tashlin.
El profesor chiflado (1963). Su trabajo más recordado, inspirado vagamente en El doctor Jekyll y Mr. Hyde, donde Lewis dirige e interpreta a un apocado profesor, objeto de burla de sus alumnos, que, tras ingerir un brebaje, se convierte en un macho alfa dispuesto a todo. Aunque el tiempo no ha sido generoso con ella, tiene momentos de gran intensidad y una crítica subyacente a la cultura de la apariencia en EE.UU.
Jerry Calamidad (1964). En este otro filme que dirigió, interpreta a un botones al que esta vez los productores de un programa de televisión encargan que sustituya a una estrella del cine muerta en accidente de avión.
¿Dónde está el frente? (1970).
Sátira bélica en la que actúa como Brendan Byers, millonario que recluta a un ejército de voluntarios para vencer a Hitler. Muchos la encontraron decepcionante y se considera que es el título que marca el inicio de su decadencia.
El rey de la comedia (1983). Sin duda, una de sus más notables actuaciones, en un remarcable estilo sobrio. En esta película de Martin Scorsese, Robert De Niro interpreta a un aspirante a cómico que admira a Jerry Langford (el personaje al que da cuerpo Lewis), aquí un famoso showman cuyo programa televisivo es el número uno en audiencia, lo contrario de lo que a él le sucedía.
El sueño de Arizona (1993).
Compartiendo cartel con Johnny Depp y Faye Dunaway, y dirigido por Emir Kusturica, interpreta aquí al tío de un joven neoyorquino al que llama para que vuelva a su lugar de origen, Arizona. Su personaje, en esta ocasión, sueña con erigir una torre de coches capaz de alcanzar la luna.