Chile legaliza el aborto y ya sólo seis países lo penalizan en cualquier caso
Chile siempre es puesto en Latinoamérica como ejemplo de país desarrollado, estable y jurídicamente seguro. El tigre de América. Sin embargo, la amplia legislación que defiende la libertad económica contrasta con la criminalización de un liberalismo civil, que en los últimos años ha sido fuertemente cuestionada por una sociedad donde la Iglesia católica ha demostrado gran influencia entre la clase política. La ratificación de una ley del aborto de mínimos empieza a corregir ese desequilibrio de país avanzado en lo económico pero no en lo social.
El Tribunal Constitucional sentenció el lunes que la ley aprobada a principios de agosto por el Parlamento no es anticonstitucional. La decisión fue tomada por seis votos a cuatro de los magistrados tras desestimar los recursos de Chile Vamos, la coalición derechista donde aún militan muchos políticos de origen pinochetista y que encabeza el expresidente Sebastián Piñera, favorito a regresar al palacio de La Moneda en las elecciones de noviembre.
Está previsto que la presidenta Michelle Bachelet promulgue la ley antes de finales de este mes, con lo que Chile dejará de figurar en el club de los países más retrógados en la materia, los que prohíben la interrupción del embarazo en cualquier circunstancia. Cuatro son centroamericanos –El Salvador, Honduras, Nicaragua y República Dominicana– y dos europeos –Malta y el Vaticano–.
La ley chilena permitirá el aborto en tres casos: malformación fetal, riesgo de muerte de la madre y violación. La nueva norma fue una de las promesas de campaña de Bachelet, aunque a la mandataria socialista le ha costado mucho esfuerzo sacarla adelante. Y no sólo por la negativa de la oposición derechista, sino sobre todo por las trabas en sus propias filas, impuestas por la Democracia Cristiana, partido que forma parte de la coalición gobernante.
Aunque algunos diputados y senadores democristianos votaron contra la ley, finalmente la dirección de la DC apoyó la norma tras ampliar a todo el equipo médico el derecho a la objeción de conciencia y exigir el consentimiento de los padres para las menores de catorce años. “Hoy han ganado las mujeres, ha ganado la democracia”, declaró Bachelet, tras la decisión del Constitucional. Por su parte, Piñera criticó la sentencia. “Siempre voy a estar a favor de proteger la vida de todos y muy especialmente la de aquellos de los que están por nacer”, dijo el presidenciable que lidera las encuestas.