Un juez suspendió en el 2014 la orden de expulsión del líder de la célula
Abdelbaki es Satty, el imán de Ripoll al que los Mossos d’Esquadra apuntan como máximo responsable de la célula que acabó atentando en la Rambla y en Cambrils, tenía que haber sido expulsado de España a su salida de la cárcel en abril del 2014, tras cumplir una condena de cuatro años por un delito de narcotráfico.
La orden existió pero nunca llegó a aplicarse porque un juez de Castellón, en concreto el titular del juzgado número 2 de lo contencioso-administrativo, la suspendió tras un recurso de los abogados del que después se convertiría en imán de Ripoll. Abdelbaki es Satty cumplió su pena privativa de libertad en Castellón y retomó su vida.
Ya antes de terminar el cumplimiento de su condena, según fuentes del Ministerio del Interior, los abogados de Abdelbaki es Satty recurrieron la orden de expulsión que se haría ejecutiva al cumplirse la pena. Lo hicieron por dos vías: la administrativa, ante la delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana, y ante la justicia.
La delegación del Gobierno rechazó el recurso y mantuvo en vigor la orden de expulsión. Pero por la vía judicial los abogados del que sería imán de Ripoll invocaron medidas de protección internacional, que suele ser un paso previo a la petición de refugio o asilo.
El juez de lo contencioso administrativo de Castellón tuvo en cuenta esas alegaciones de los abogados de Es Satty en el recurso y suspendió la orden de expulsión del territorio nacional en marzo del 2014, un mes antes de su puesta en libertad tras cumplir la pena a la que había sido condenado.
Con la retirada de la orden de expulsión, Abdelbaki es Satty pudo mantenerse en España sin ningún tipo de problema ya que toda su documentación estaba en regla y había cumplido la pena privativa de libertad a la que había sido condenado cuatro años antes. Es en el 2015, al año siguiente de salir de la cárcel, cuando Abdelbaki es Satty es contratado en Ripoll como imán, primero en una antigua mezquita y después en el oratorio donde hasta ahora ejercía de imán y donde daba clases de árabe a los niños.
Según los datos que obran en poder de la policía, Abdelbaki es Satty, de 44 años, natural de Marruecos, llegó a a España en el 2002, fue detenido en el 2010 por primera vez, y después en el 2012, por tráfico de drogas, y estuvo en el centro penitenciario de Castellón I hasta que en abril del 2014 fue puesto en libertad, tras cumplir su condena.