El coche de Xavi
El padre de una de las víctimas de la Rambla entrega a los Mossos un patrullero de su hijo
El padre pidió a los Mossos que le acompañaran a dejar una foto de su hijo en la Rambla
El pequeño Javi falleció en la Rambla junto a su tío abuelo, Francisco López, y otras once personas cuando fueron embestidos por la furgoneta que conducía Younes Abouyaaqoup.
Ambos fallecieron en el acto, lo que ha provocado enorme desolación entre quienes les conocían en Rubí, en Lanteira –el pueblo de Granada donde había nacido Francisco López– y en Llimiana, el pueblo de Lleida en que veraneaba Xavi con su familia.
Seguro que esa desolación y el deseo de compartir la emoción de estos días llevó ayer al padre de Javi a acercarse a la comisaria de Rubí para tributar su particular homenaje a los Mossos d’Esquadra y también a su hijo. Les dejó en la comisaría el coche patrulla de la policía autonómica con la que el pequeño jugaba. Fue su modo de rendir homenaje a los agentes que se han ganado la confianza de la ciudadanía durante estos días tremendos.
El padre de Javi les pidió además que cuando tengan un momento le acompañen a la Rambla para dejar una foto de su hijo –la que ven en la imagen– junto a las miles de muestras de afecto que llenan estos días el paseo.
La dotación de Rubí debió de quedarse impresionada por el gesto porque la imagen del pequeño y del coche, colocado sobre la mesa de un despacho, saltó de un teléfono a otro entre todas las comisarías del cuerpo policial. Xavi fue una de las primeras trece víctimas identificadas tras el desastre de la Rambla.
En Rubí, al día siguiente del atentado se celebró una concentración de duelo en memoria de los dos vecinos que había perdido la vida en la Rambla y se decretó el duelo.
Algo similar ocurrió mucho más al sur, en Lanteira, aquella misma tarde, cuando los vecinos de este pueblo de Granada se concentraron en la plaza de la localidad para hacer lo mismo que los de Rubí, rendir homenaje a su vecino y gritar, como lo hicieron los ciudadanos reunidos en la plaza Catalunya, “no tengo miedo”.