La Vanguardia

El acróbata que llega

Nil Solans, recién proclamado campeón mundial de WRC3, es la gran esperanza catalana

- Barcelona

Después de proclamars­e campeón del mundo de rallies de la categoría WRC3 (el antiguo Mundial de Producción, de coches de dos ruedas motrices o tracción delantera), a Nil Solans le tocó recoger el campamento, montar el remolque y regresar a casa, a Matadepera, con su coche, 1.200 km, con la compañía de su inseparabl­e copiloto, Miki Ibáñez. “Llegamos de madrugada, habíamos salido a las 8 de la tarde...”, cuenta con la modestia de la gente sencilla el catalán de 25 años, la gran esperanza de la cantera de los rallies. Un desierto desde Dani Sordo.

Desde que el cántabro ganó el Mundial júnior en el 2005 y subió al campeonato de los mayores en el 2006, pocos, muy pocos han sido los pilotos de la cantera española que han pisado la élite de los rallies. En las tres categorías principale­s de la FIA, el WRC, el WRC2 y el WRC3, entre los casi cien inscritos sólo aparecen dos españoles, al margen de Sordo: Solans y el cántabro Surhayen Pernía, ambos en WRC3. Sólo Nil apunta maneras de campeón.

Al título de la categoría de bronce puede sumar en la próxima carrera, el Rally Catalunya (5-8 octubre), el Junior WRC, el campeonato mundial de promesas que ya ganaron Dani Solà (2002) y Sordo. Con 23 puntos sobre el francés Nicolas Ciamin, Nil tiene bastante con ganar 3 de los 19 tramos por las carreteras tarraconen­ses. “Es factible, pero hay que correrlo. Lo bueno es que es en casa, en el rally que mejor conozco, que he disputado cuatro veces. Mi intención es ganarlo, es mi prioridad, porque da más prestigio”, cuenta Nil, y además abre puertas a la clase de los mayores. De los 16 campeones júniors desde Loeb (2001), 12 han corrido o siguen en el WRC y dos lo hacen en el WRC2, la segunda división, que sería la próxima meta de Solans, donde ya tiene aseguradas para el 2018 cuatro carreras (7 si gana el Catalunya) con M-Sport, su equipo y el de Ogier y Tänak en WRC. “Aunque en los rallies no hay escalas estipulada­s como en las motos; hay que estar pendiente de los equipos”, explica Solans, cuyo sueño no es tanto ser campeón del mundo absoluto como “disfrutar de las carreras y poder dedicarme a correr rallies”.

Por ahora, Nil (Barcelona, 14/IV/ 1992), hijo de un subcampeón de España de rallies de tierra, Pere Solans, está quemando etapas a pasos agigantado­s: sólo hace cinco años que corre en rallies, casi por accidente. Había empezado a los 8 en el karting, lo dejó a los 11 por el divorcio de sus padres, a los 16 le dio por hacer enduro y motocross, por diversión, y a los 19 Aman Barfull, directivo del RACC, le animó a probar en los rallies, en el VolantRACC. “No sabía ni qué era un rally, no tenía ningún ídolo, ni un referente”. Pero se le dio bien. Después de media temporada se fue a aprender a Finlandia, se animó, fue campeón de España de tierra (2013) y entró en el escenario internacio­nal. A los tres años, campeón de WRC3. “El salto al Mundial WRC me queda lejos todavía, dependerá del 2018”. Antes tiene que dar otra pirueta mortal para celebrar el Mundial júnior. Una voltereta al estilo Loeb que le viene de la infancia. “De pequeño era muy movido, me atraía el riesgo, me tiraba contra todo, y eso me hizo ser muy ágil y aprender a encontrar el límite”, cuenta Nil, que repite con Miki el tándem Solans-Ibáñez de hace 25 años entre su padre y Joan, el hermano mayor de su copi.

TONI LÓPEZ JORDÀ OBJETIVO, CAMPEÓN JUNIOR En el rally Catalunya, Solans puede proclamars­e campeón mundial júnior, como lo fueron Solà y Sordo

 ?? JAS ?? Solans, piloto del RACC, celebra sus victorias con un salto mortal en el podio, como hacía Sébastien Loeb
JAS Solans, piloto del RACC, celebra sus victorias con un salto mortal en el podio, como hacía Sébastien Loeb

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain