Doblete de Messi ante el Alavés (0-2)
Tras fallar un penalti, el crack gana el partido para el Barça
El Barcelona estuvo cerca de tropezar dos veces con la misma piedra, es decir, con el Alavés en el tramo inicial de la Liga. Si no lo hizo fue porque por un lado Zubeldía, el nuevo técnico de los vitorianos, mucho más miedoso y defensivo, no es Pellegrino, y por otro Leo Messi nunca deja nada a deber. Falló un penalti pero volvió para resolver él mismo el entuerto, hacer el pleno antes del parón de selecciones y dar tiempo al club para ultimar con serenidad el proyecto en esta próxima semana. El crack siempre tiene una bola extra. El diez siempre te regala una vida. Messi nunca deja tirado a su equipo. Leo siempre paga sus facturas.
Le costó abrir el marcador contra el Betis en el Camp Nou y le volvió a pasar contra el Alavés en la segunda jornada. Ya se sabe que si una cosa distinguió al Barcelona de Luis Enrique fue su extraordinaria productividad en el área rival. Pero, de momento, la puntería no está entre los puntos fuertes del proyecto de Valverde. Ya sea porque Messi había empezado el curso medio peleado con el gol. Ya sea porque los postes no le ayudaron en el Bernabeu ni contra el Betis. O quizás note en demasía la ausencia de Luis Suárez.
Al Barcelona le costó un mundo plasmar su superioridad y su dominio en el tanteo. Y eso que Iniesta ganó el sorteo y pidió el cambio de campo para que Ter Stegen no jugase la primera parte con el sol de cara como quería el Alavés. Sin embargo, a Pacheco el reflejo no le molestó para nada durante esos 45 minutos.
El portero es uno de los pocos héroes del Alavés de la temporada pasada que aún sigue en el equipo. Hace tiempo que Mendizorroza venera San Fernando. Ayer se ganó un poquito más del cielo de Vitoria, porque lo paró todo en esa primera mitad. Daba igual desde donde tirase el Barcelona o si chutaba Messi, Deulofeu (los dos que más lo intentaron) o Iniesta, ya recuperado. El guardameta, formado en el Madrid, se lucía una y otra vez. Si el equipo de Zubeldía sigue así de plano y previsible, sólo le queda aferrarse a Pacheco para luchar por la permanencia en Primera.
Durante el inicio del duelo no pareció un mal argumento contra un Barça sin pólvora, donde Aleix Vidal ocupó el extremo derecho (de lateral jugó, como el curso pasado, Sergi Roberto) y Deulofeu corría por la banda izquierda, con Messi de falso 9 por segundo partido consecutivo. La posesión de más del 70% era infructuosa. El Alavés apenas podía salir de su campo. El Barça sabía la teoría pero no la podía poner a la práctica. Ocho córners sacó el conjunto blaugrana sin obtener rédito. Ocho tiros a puerta bien dirigidos probó con sin efectividad.
Ni de penalti pudo con la muralla de Pacheco. Del Cerro Grande señaló pena máxima en un agarrón de Ely a Piqué cuando éste buscaba rematar una falta de Messi. El argentino se situó en los once metros y, sin mucha carrerilla, chutó a la derecha del portero y a media altura pero el meta le adivinó la dirección y voló para resucitar el debate del diez y los penaltis. No había manera de deshacer el gafe. Mientras la grada coreaba y cantaba “Pacheco, Pacheco”, aún tuvo tiempo de hacer otra parada a Deulofeu. Así se llegó al descanso para euforia de Mendizorroza.
La alegría local aún pudo ser mayor si Sobrino hubiese acertado cuando se plantó ante Ter Stegen, que alejó el peligro con el pie, o si Manu García en la primera jugada de la reanudación hubiese tocado un centro de Ibai al que no llegó por centímetros. Fueron sólo dos las aproximaciones del Alavés, a la contra ambas, pero ambas encontraron facilidades en la carrera lenta de Piqué y en la espalda de Sergi Roberto. Aunque el Barça volvió a mantener la portería a cero.
Pero a los grandes no se les puede
HASTA EL MINUTO 55 En la primera parte, debido a Pacheco, todo fue difícil, en la segunda todo pareció fácil y hasta debutó Paulinho
perdonar. Sobre todo si tienen a Messi. Consciente de su error y de la importancia de ganar tiempo hasta la incorporación de Dembélé y si llega alguien más, decidió que tenía que solventar el embrollo. Y él solito sacó al Barça del atolladero. Primero robándole la cartera a Tomás Pina dentro del área. Le dio un metro y el crack se le anticipó en una pelota muerta y se lo hizo pagar. Un rebote en Alexis le ayudó a batir por fin a Pacheco. Messi repitió diez minutos después al aprovechar un envío de Alcácer que recuperó el balón ante Alexis. Con lo difícil que resultó en la primera parte y lo fácil que resultó en la segunda, donde hasta pudo debutar Paulinho. Y Leo aún tuvo tiempo de enviar un disparo al larguero. Porque el diez siempre paga sus facturas.