Elisa Durán
Rodin, Joan Ponç y el cambio climático, otros de los protagonistas de la ‘rentrée’ artística
DIR. ADJUNTA FUNDACIÓ LA CAIXA
Barcelona ya tiene a punto su nueva temporada artística, entre cuyas propuestas destaca la gran retrospectiva que CaixaForum dedicará a Andy Warhol, un artista que continúa fascinando a audiencias de todo el mundo.
Pasada la temporada estival, los museos renuevan sus carteleras de exposiciones reservando algunos de sus platos fuertes para este inicio de temporada. En Barcelona, el otoño estará marcado por la nueva presentación de las colecciones de Renacimiento y Barroco en el MNAC, así como por la relectura de artistas como Joan Brossa en el Macba y Joan Ponç en La Pedrera. Son tiempos austeros, en los que museos como el Picasso continúan buceando en sus propias colecciones, en este caso para arrojar luz sobre la última estancia del artista en Barcelona, en 1917. Warhol reinará en CaixaForum y el CCCB reflexionará sobre la irreversible transformación del Planeta a través de una ambiciosa exposición internacional. En el ámbito estatal, destacan las muestras dedicadas a las mujeres surrealistas en el Picasso de Málaga, la reunión en el Reina Sofía de los trabajos para teatro y ópera de William Kentridge, el cara a cara Picasso/Toulouse-Lautrec en el Thyssen o el gran desembarco de Marià Fortuny en el Museo del Prado.
BARCELONA
Redescubriendo el MNAC. Hay expectación por ver la reordenación de las colecciones de Renacimiento y Barroco, quizás una de las más desconocidas del MNAC. La han diseñado Juanjo Lahuerta, Francesc Quilez y Joan Yeguas, y como ya pasó con el arte de los siglos XIX y XX, se espera que ofrezca una nueva visión más transgresora, revolucionaria, en la que el orden cronológico dará paso a un nuevo recorrido temático y donde quedará integrado el llegado Cambó y el depósito de los fondos ThyssenBornemisza. Una colección pequeña pero muy selecta con obras de Velázquez, Zurbarán, Tintoretto o El Greco. Abrirá sus puertas en diciembre. Antes dedicará una exposición a Ramon Pichot (Barcelona, 1871-París, 1925) que traza un recorrido por toda su trayectoria vital. Y, atención, porque en octubre el artista Francesc Torres presentará La caja entrópica. El museo de objetos perdidos, que rescata de las reservas obras dañadas que pese a todo han sobrevivido a la destrucción ya sea del paso del tiempo, las guerras, la intolerancia, la iconoclastia o los planes urbanísticos.
Mundo Brossa. Tras una titánica labor de catalogación e investigación de los más de 60.000 objetos (manuscritos, poemas visuales, guiones de cine, piezas escénicas, libros de artista, juguetes...) depositados en el Macba, el museo tiene ya a punto
Poesia Brossa, una gran exposición que tiene como comisarios a Teresa Grandas y Pedro G. Romero, quienes ofrecen una nueva lectura de la figura del poeta a través de una revisión exhaustiva y nada fragmentada de su trabajo, al tiempo que lo pone en relación con el de otros artis-
tas como Marcel Mariën, Nicanor Parra o Ian Hamilton-Finlay. En los primeros meses del otoño, la muestra convivirá con una nueva presentación de la colección que, bajo el título Entusiasmo. El reto y la obstinación, reúne obras de Ignasi Aballí, Vito Acconci, Maja Bajevic, Broodthaers, Esther Ferrer, Peter Friedl, Richard Hamilton, Tere Recarens, Àngels Ribé o Mireia Sallarès.
Warhol, el perfecto cartel. Será interesante el encuentro en la cartelera de Brossa y Warhol, artista admirado y rechazado a partes iguales, cuyo poder de fascinación parece inagotable. En los últimos años ha sido objeto de exposiciones en el MoMA, la Tate, el Museo de Arte Moderno de París o el Guggenheim de Bilbao. Es el cartel perfecto por su capacidad para atraer grandes audiencias, y todo hace pensar que la retrospectiva que le dedicará CaixaForum Barcelona, Andy Warhol.
El arte mecánico, será el blockbuster de la temporada en Barcelona. La muestra, realizada en colaboración con el Museo Picasso Málaga, recorre toda la travesía artística de este artista fecundo y visionario, desde sus inicios en el Nueva York de los cincuenta hasta su muerte en 1987. Cosas del azar, la gran exposición del creador de la Factory coincidirá con la que la la Fundación Suñol dedicará al que fuera su galerista en España, Fernando Vijande –figura fundamental de la escena artística de los últimos años: comparado a menudo a Leo Castelli– quien en 1982 consiguió que Warhol acudiera a la inauguración en Madrid de Pistolas, cuchillos y cruces, provocando tanto revuelo con su presencia que tuvo que cobrar entrada. Volviendo a CaixaForum, para su arranque de temporada aún reserva una segunda baza: Agón!, una muestra sobre la pasión competitiva de la Antigua Grecia a través de 172 tesoros del British Museum.
El infierno en vida de Rodin. Sin salir del terreno de las exposiciones con gran tirón popular, atención a la propuesta de la Fundación Mapfre:
El infierno según Rodin. Esta es la historia. En 1880, Auguste Rodin (1840-1917) recibió del Estado francés un encargo que le acompañaría toda la vida. Se trataba de una mo-
numental puerta para un futuro museo de artes decorativas que nunca llegó a construirse. Inspirándose primero en el Infierno de la Divina Comedia de Dante, el artista emprendió un desasosegante proceso creativo que duraría 35 años. Murió antes de que La puerta del infierno saliera de la fundición, pero se trata de su gran obra maestra, un trabajo que resume y culmina sus investigaciones estilísticas. De ahí saldrían muchas de sus creaciones más conocidas, que él mismo individualizó y convirtió en esculturas independientes, como El pensador, El beso, Ugolino, Las sombras o
Adán y Eva. La muestra reúne un centenar de piezas, entre dibujos y esculturas.
Un ring en el Picasso. Todo hace pensar que la llegada a la dirección del franco-suizo Emmanuel Guigon significará un nuevo impulso para el Museu Picasso, que trabaja ya en la renovación de su colección permanente y en la remodelación del patio interior que unifica los diferentes palacios. Los resultados se verán en el 2018, pero este otoño empieza la tanda de estrenos con la apertura de la segunda planta del Palau Finestres para tres exposiciones de pequeño formato que correrán en paralelo. Se trata de 1917. Picasso en Barcelona, que reconstruye la última estancia prolongada del artista en la ciudad, cuando viajó para acompañar a los Ballets Rusos de Serge de Diaghilev, para quienes había diseñado los decorados y el vestuario de Parade. El museo bar-
celonés conserva todos los óleos -excepto uno- realizados en ese periodo, ya que no los podía sacar de España. El sello de Guigon como comisario quedará marcado en Arthur Cravan Dadá Barcelona, sobre la estancia del poeta y boxeador en la Barcelona de 1915 y 1916 (aquí se codeó con artistas como Albert Gleizes o Picabia y el campeón del mundo Jack Johnson lo dejó KO sobre el ring). La tercera muestra reunirá 166 grabados con los que se quiere subrayar el gusto que por esta técnica compartieron tres generaciones de la misma familia: Picasso, J. Fin, Vilató y Xavier.
La vanguardia fascinada por los sumerios. De puertas adentro, el otoño en la Fundació Miró tendrá aires de despedida –la de Rosa Maria Malet, su directora durante 37 años– unida a la lógica expectación que despierta la llegada de la persona que tomará las riendas del centro y cuyo nombre, elegido mediante concurso público, se conocerá a finales de septiembre. De puertas afuera, la llamada para el visitantes es una sugerente exposición que investiga el legado sumerio en la obra de los más destacados artistas de la vanguardia, entre los que se encuentra el propio Miró, en cuyo estudio mallorquín aún cuelga una imagen de arte sumerio. Muchos otros creadores como Giacometti, Moore y De Kooning también se sintieron fascinados por la cultura de la antigua Mesopotamia.. Se titula Sumer y el paradigma moderno y su comisario es Pedro Azara.
Joan Ponç, lúdico y diabólico. Una de las figuras peor tratadas del arte catalán de posguerra es sin duda Joan Ponç (Barcelona, 1928 - SaintPaul-de-Vence, 1984), de quien desde hace años se viene reivindicando sin éxito a las instituciones una exposición antológica que ponga en valor una obra inclasificable que se escapa del canon y rehúye tendencias. El guante lo ha recogido Fundació Catalunya-La Pedrera, y Pilar Parcerisa será la encargada de ofrecer esta nueva lectura de su obra, desde sus inicios a mediados de los años 40 y la época del grupo Dau al Set, hasta sus últimas obras en los años ochenta. El título,
Diàbolo, es ya una declaración de intenciones, por su capacidad de apelar tanto a lo lúdico como a lo diabólico.
Otros mundos posibles. Liberado de la tiranía de los grandes nombres, el CCCB aparece hoy como uno de los pocos espacios que cultivan la sorpresa y la investigación. En esta ocasión, Después del fin del mundo reúne a artistas, cineastas, novelistas, dramaturgos, arquitectos, diseñadores o científicos para reflexionar sobre un planeta transformado irreversiblemente por la intervención del hombre, para juntos imaginar otros mundos posibles.
Y aún darán qué hablar. En cl terreno de la fotografía destacan sendas muestras en la Fundació Tàpies (una amplia retrospectiva de la obra de la fotoperiodista Susan Meiselas) y FotoColectania , que trazará un recorrido por las portadas de vinilos más icónicas de la historia. La Virreina presentará en noviembre el proyecto fotográfico de Patrick Faigembaun Barcelona vista desde
el Besòs y revisará el legado de la Revolución Rusa. Pero aún hay más. El brasileño Ernesto Neto realizará una instalación en la Blueproject Foundation y Lita Cabellut, pintora española afincada en Holanda que ha pasado de ser una desconocida a formar parte de la lista de los artistas contemporáneos más cotizados del mundo, desplegará buena parte de su producción de los últimos años. en los dos espacios Volart de la Fundación Vila Casas.
MADRID
Encuentros en el museo. Excepcional e irrepetible son adjetivos que los museos utilizan de forma habitual a la hora de publicitar sus exposiciones y que de tanto usarlos acaban perdiendo su significado. Aunque hay excepciones como la muestra que el Prado dedicará a Marià Fortuny. Un recorrido histórico por todas las etapas de su producción para un arranque de temporada en el que el museo abre por primera vez sus puertas a un artista contemporáneo, en este caso el chino Cai Guo-Qiang, para que conciba y culmine en sus salas una obra inédita in situ. Por su parte, el Reina Sofía abre con un amplio cartel en el que tienen cabida desde el catalán David Bestué al sudafricano Wil-
liam Kentridge, de quien presentará sus trabajos para ópera y teatro. Y el Thyssen propone un primer cara a cara (nunca se llegaron a conocer) entre Toulouse-Lautrec y Picasso.
BILBAO
Retratos en la era de la ‘selfie’. El Guggenheim culmina el año de su veinte aniversario -aún puede visitarse la retrospectiva de Bill Viola, en cartel hasta noviembrecon 82 retratos y un bodegón, que despliega la colección de cuadros realizada por David Hockney en los últimos años. El artista británico abandonó por un tiempo los paisajes de su Yorkshire natal y se dedicó a retratar a su círculo más íntimo, desde su madre y sus hermanos a los hijos de sus amigos o el arquitecto Frank Gehry. Toda una reflexión sobre uno de los géneros más tradicionales de la pintura que llega a Bilbao tras su paso por la Royal Academy de Londres.
MÁLAGA
Mujeres, surrealistas y decepcionadas. Málaga continúa posicionándose como capital artística, gracias a un cada vez más amplio y atractivo abanico de propuestas. Una de las que ha despertado mayor interés es Somos plenamente libres. Las mujeres artistas y el surrealismo, en el Picasso.. Una muestra que pone de relieve cómo el surrealismo fue el movimiento de vanguardia que aglutinó más mujeres (Claude Cahun, Leonora Carrington, Germaine Dulac, Leonor Fini, Valentine Hugo, Frida Kahlo, Dora Maar, Maruja
Mallo, Lee Miller...), aunque muchas de ellas acabaron decepcionadas porque antes que artistas se las consideraba musas, niñas o videntes. Por su parte, el Carmen Thyssen inaugura en octubre un mano a mano cubista entre Juan Gris y María Blanchard.
PARÍS
Irving Penn, Gauguin, Derain... Zambullirse en la cartelera de París es una de esas experiencias que provocan envidia y vértigo. Irving Penn y Gauguin en el Gran Palais, Dada y el arte africano en el Museo d’Orsay, Rubens en el de Luxemburgo o Derain en el Pompidou son algunas de las apuestas de una rentrée que sumará un nuevo centro museístico a la ciudad, el Museo Saint Laurent, y en la que por primera vez y de manera excepcional el MoMA neoyorquino desembarcará con más de 200 obras en la Fundación Louis Vuitton. Y, por supuesto, Picasso, que en una nueva vuelta de tuerca el museo que lleva su nombre le consagra una exposición singular: Picasso 1932. Año erótico (a partir del 10 de octubre), una invitación a seguir el día a día del artista a lo largo de un año particular en lo personal (mantiene un delicado equilibrio entre su esposa Olga Khokhlova y su hijo de 11 años Paulo, y su apasionado romance con Marie-Thérèse Walter, de 28 años) y especialmente rico en el terreno creativo. La muestra le abrirá por primera vez las puertas de la Tate de Londres en el 2018.
LONDRES
‘Tour de force’ Dalí-Duchamp. “Uno espera que en su obra se vislumbre por lo menos algo parecido a la realidad, una expresión de vida o incluso de elegancia”, decía Jasper Johns , el artista americano célebre por sus emblemáticas imágenes de banderas, dianas, números, mapas y bombillas, a quien la Royal Academy de Londres le dedica una monumental retrospectiva a partir del 23 de septiembre. Será sólo unas semanas antes de que desde este mismo espacio Londres ponga la mirada en dos gigantes del arte del siglo XX, Dalí y Duchamp, por primera vez puestos frente a frente en busca de influencias mutuas (del 7 de octubre al 3 de enero). Los 100 años de la Revolución Rusa teñirán de rojo las salas de la Tate Moderm con dos exposiciones: Ilya y Emilia Kabakov (18 de octubre al 28 de enero) y Red Star Over Russia (del 8 de noviembre al 18 de febrero). Sugerente resulta también la propuesta del Victoria and Albert para este otoño: Ópera: Pasión, Poder y Política (a partir del 30 de septiembre).
NUEVA YORK
Puro delirio. Explosivo inicio de curso en el Metropolitan con Delirious times, que explora el arte delirante producido tras la II Guerra Mundial como respuesta a un mundo en conflicto (a partir del 13 de septiembre). El Guggenheim tira la casa por la ventana con una monumental muestra sobre el arte chino de 1989 a 2008, el periodo en el que el país asiático experimentó la mayor transformación de su historia hasta imponerse como una presencia global (del 6 de octubre a enero), mientras que el MoMA echa mano de sus riquísimos fondos para revisar la obra de dos artistas imprescindibles: Max Ernst (a partir del 23 de septiembre) y Louise Bourgeois (24 de septiembre).