La oposición rusa exige en la calle “internet libre”
Se opone al control estatal frente a la autorregulación
Para la oposición no oficial rusa, apartada de las instituciones y sin acceso a la televisión, internet se ha convertido en el único espacio donde puede expresarse con libertad. Pero las autoridades rusas ya han empezado, si no a montar un cerco a su alrededor, sí a vigilar la red con más atención. Varios miles de personas salieron ayer a la calle en un puñado de ciudades para protestar y exigir internet sin censura ni restricciones.
La protesta más numerosa se concentró en Moscú, donde el Ayuntamiento había dado los permisos necesarios para celebrar la manifestación. Según uno de los organizadores, Emil Jalíkov, en la céntrica avenida Sájarov de la capital se reunieron cerca de 4.000 seguidores de varias organizaciones políticas, como Parnas, Elección Democrática, el Bloque de Izquierdas, Open Russia y otros partidos y grupos ciudadanos como RosKomSvoboda, una iniciativa ciudadana que quiere difundir ideas como internet libre y la autorregulación. Según la policía, en la capital rusa sólo hubo mil asistentes.
El visto bueno del Ayuntamiento garantizaba que el mitin fuese considerado “legal”, pero sólo para manifestarse “Por internet libre”, el lema de la jornada de ayer. La policía detuvo al menos a 17 personas, según OVD-Info, una iniciativa de los activistas pro derechos humanos que hace una seguimiento de las detenciones policiales.
Los agentes arrestaron a una columna de personas que portaban una pancarta pidiendo la libertad del periodista y activista de los derechos de los homosexuales Alí Feruz, detenido este mes de agosto a petición de Uzbekistán, que le acusa de extremismo, y a quien las autoridades rusas podrían deportar. También impidieron que siguieran en el lugar dos mujeres de portaban símbolos del colectivo LGBT.
Entre otras reivindicaciones, los manifestantes exigían la derogación de la conocida como ley Yarovaya, aprobada el año pasado y que toma el nombre de la diputada Irina Yarovaya. Dentro de la lucha contra el terrorismo, obliga a los servidores y proveedores de telefonía a almacenar durante seis meses el contenido de llamadas de voz, mensajes SMS y fotografías, y durante tres años sus metadatos (localizador, hora y fecha, datos de emisor y receptor).
También se manifestaban contra la última ley aprobada por el Parlamento ruso sobre internet y que obligará a incluir en un registro los servidores proxis anónimos y las redes privadas virtuales (conocidas por sus siglas en inglés, VPN), ya que según las autoridades rusas se usan para acceder a servidores extranjeros y desde ellos entrar en páginas web bloqueadas o prohibidas en Rusia.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó la ley el pasado 30 de julio y entrará en vigor el próximo noviembre.
Los manifestantes también pedían ayer la dimisión de Alexánder Zhárov, que dirige Roskomnadzor, el Servicio Estatal de Supervisión de las Telecomunicaciones, las Tecnologías de la Información y los Medios, ya que es el organismo encargado de ejecutar esta ley.
En Moscú, esta fue la segunda manifestación “Por internet libre” después de la que se celebró el pasado mes de julio.
En San Petersburgo, la oposición también se reunió en el centro de la ciudad: en la plaza del Palacio, junto al Hermitage y a la avenida Nevski. Como no tenían permiso de las autoridades locales, se optó por una “reunión ciudadana”, sin pancartas ni eslóganes, aunque sí con discursos y música. El mitin reunió a varios cientos de personas y no hubo detenidos. También se realizaron manifestaciones similares en varias ciudades rusas, como Vladivostok, Novosibirsk, Yekaterimburgo, Barnaúl, Vorónezh y Yaroslavl, aunque fueron de poca intensidad. En Tomsk, donde tampoco hubo permiso, la oposición realizó un piquete de una sola persona que va pasando el relevo a otro compañero después de cierto tiempo, una acción de protesta para la que la ley rusa no exige autorización.
Rechazo de la última ley para controlar el acceso anónimo a internet La policía detiene a varias personas en Moscú por protestar por otras cuestiones La protesta más numerosa se registra en Moscú, con entre 1.000 y 4.000 personas