Aflicción extramuros
Madrid, València y otras capitales acogen actos de respaldo a la concentración barcelonesa
La concentración en Madrid fue testimonial. Apenas un par de cientos de personas en la siempre concurrida –ayer también– Puerta del Sol guardaban silencio, el rostro severo, en torno a una pancarta en la que se leía en castellano y catalán “Todos somos Catalunya” y “No tenemos miedo”. La convocatoria tardía y poco publicitada no tuvo eco para que el rompeolas de todos los descontentos, epicentro de las protestas ciudadanas, reuniese a miles de madrileños, pero sí para dar modesto testimonio de solidaridad.
Si no multitudinaria, fue a cambio una concentración afligida y solemne, bajo los compases de El
cant dels ocells, de Pau Casals, réquiem por las víctimas del terrorismo (que suena en todos los actos oficiales de pesar desde hace casi veinte años), y rodeada del habitual trasiego de turistas que preguntaban a los transeúntes por el sentido de las pancartas y el rigor. A Casals lo siguieron consignas en catalán y castellano coreadas por los asistentes. Entre los participantes, algunos diputados y cargos de Ciudadanos, Compromís y Podemos, así como miembros de organizaciones sindicales y de algunas comunidad musulmanas de la región protagonizaron la concentración que tuvo consignas pero no discursos. Fue apenas un testimonio de dolor, mientras los principales representantes de la villa y sus instituciones participaban en ese mismo momento en la manifestación de Barcelona.
No fue la única. En València otros pocos centenares se reunían ante el Ayuntamiento para expresar apoyo a lo que a esa misma hora ocurría en las calles de Barcelona, con presencia de representantes de todas las formaciones políticas, encabezados por la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, quien tuvo palabras de encomio para los agentes y miembros de los servicios de emergencia que atendieron y protegieron a las víctimas y que ayer eran honrados en Barcelona. “Representan lo mejor de las sociedades democráticas avanzadas” . Y otras ciudades como Alicante y Vigo también acogieron concentraciones. En Bilbao fueron colectivos de mujeres musulmanas los que protagonizaron una concentración ante el ayuntamiento repudiando “el terrorismo y los prejuicios raciales”.
El apoyo a la concentración barcelonesa también llegó de fuera. La iniciativa #citiesforpeace reunió mensajes de apoyo de los alcaldes de ciudades de todo el mundo occidental que han padecido el terrorismo en los últimos años. Desde la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena –que luego acudiría al acto de Barcelona–, hasta el de Boston, Marty Walsh; pasando por la de París, Anne Hidalgo; el de Nueva York, Bill de Blasio; el de Bruselas, Philippe Close, o el de Londres, Sadiq Khan, las primeras autoridades de las que han sido capitales occidentales sacudidas por el terrorismo de inspiración yihadista en este siglo, grabaron breves mensajes de solidaridad con Barcelona que distribuyeron luego a través de redes sociales como Twitter y Facebook.