Ripoll clama a favor de la convivencia
La concentración frente al monasterio reunió a unas 2.000 personas que condenaron los ataques
Ripoll aparcó ayer el silencio en el que estaba sumida desde hacía una semana para gritar alto y fuerte “No tinc por”. La concentración, que según los Mossos d’Esquadra reunió a unas 2.000 personas frente a la plaza del monasterio, quiso ser ante todo un clamor a favor de la convivencia y la cohesión social y un primer paso para recuperar la confianza, en algunos casos perdida, entre sus ciudadanos. Que los miembros de la célula yihadista que atentó en Barcelona y Cambrils hubieran nacido o se hubiesen criado en este municipio ha caído como un mazazo en una población que asimila lo ocurrido con tristeza y también con un incómodo silencio, “como el de una ciudad dormida”, tal como afirmaba hace unos días una vecina.
Pero ayer se alzó en una sola voz para condenar los ataques, homenajear a las víctimas y también para pedir que no se criminalice al colectivo musulmán por todo lo ocurrido.
Entre los asistentes, había numerosos miembros de la comunidad islámica e incluso familiares de los autores de la masacre que sujetaban pancartas que rezaban “No a la islamofòbia, sí a la convivencia” o “El islam denuncia el terrorismo”. El momento más emotivo de la concentración llegó cuando Hafida Oukabir, hermana de Moussa, uno de los jóvenes terroristas abatidos en Cambrils, y de Driss, detenido también en el operativo, tomó la palabra. La joven, visiblemente emocionada, mostró en nombre de la comunidad musulmana de Ripoll su rechazo y condena a los terribles atentados y el apoyo a las familias antes de gritar, entre sollozos, “no al terrorismo, no a la violencia y si a la paz”. Pero de su voz llegaron también palabras de autocrítica y de crítica hacia las instituciones. La joven expuso que si un joven nacido o criado desde pequeño en Catalunya se rebela contra su país o su ciudad, eso quiere decir que “tenemos un verdadero problema que no hay que esconder”. En este sentido instó a las instituciones, como el Gobierno español, la Generalitat, los ayuntamientos, a la comunidad musulmana y a las entidades religiosas, sociales y culturales que trabajen conjuntamente para que estos jóvenes sientan que forman “plenamente parte de la sociedad catalana, para que sientan que Catalunya es su tierra y sean capaces de rechazar cualquier mensaje radical o extremista”. La joven manifestó que “todos debemos hacer autocrítica y cambiar muchas cosas que creemos que no se adaptan a estos tiempos”.
En la concentración, que tenía por lema “Ripoll per la pau, un pas endavant”, intervinieron varias entidades que pronunciaron mensajes para evitar la fractura social. Dos representantes de la Casa d’Oficis, a la que habían acudido algunos de los jóvenes terroristas, alzaron la voz para pedir que “no se criminalice a quien no toca” y “no estigmatizar” si lo que queremos “es vivir en paz”. Con esa idea acudieron a la concentración Julia y Andrea, tía y sobrina respectivamente, que con un ramo de crisantemos entre sus manos se mostraban convencidas de que en Ripoll no habrá “segregación”. También el colectivo vecinal Som Ripoll, creado hace unos días, defendió la “diversidad cultural” como una “fuente de riqueza” así como la educación intercultural de los jóvenes para que vivan “libres de estigmas y perjuicios”. También instaron a actuar frente a aquellos actos que incidan en el odio, el racismo o la xenofobia. En los últimos días han aparecidos algunas pegatinas con mensajes islamófobos en la ciudad.
Al acto de Ripoll asistieron por parte de la Generalitat el conseller de Empresa i Coneixement, Santi Vila, y la de Treball, Dolors Bassa, así como el director general de Coperació al Desenvolupament, Manel Vila, entre otros. El conseller Vila se reunió por la mañana con los empresarios de la comarca y la comunidad musulmana que mostró su preocupación que el tejido industrial deje de contratar trabajadores de esta comunidad. Ocho de los doce integrantes del grupo terrorista trabajaban en empresas de la comarca y algunos, como el conductor de la furgoneta que mató a 13 personas en la Rambla, Younes Abouyaaqoub, ocupaban un puesto de responsabilidad.
Antes de la concentración se celebró un pleno extraordinario en que el Ayuntamiento de Ripoll condenó los atentados e hizo un llamamiento a trabajar en pro de la cohesión social. “Si un joven nacido aquí se rebela contra su país es que hay un verdadero problema”, dice Hafida Oukabir