El lector expone Por una sociedad multicultural
Estos días están siendo difíciles en Catalunya. Pero saldremos adelante, estamos en buenas manos. En mi lugar de trabajo – un centro educativo– coincido con profesores, familias y alumnos de orígenes, estilos de vida y convicciones muy variados. Yo estoy orgulloso de mis alumnos y alumnas: de todos. Algunos ya han llegado a la universidad, ¿quién lo habría podido imaginar hace algunos años, cuando comenzaron la ESO con notables limitaciones lingüísticas y sociales? Pero ¡ahí están! Algunos, incluso, van obteniendo excelentes calificaciones. Otros se dirigen a estudios profesionales o se sumergen en los programas de formación e inserción (PFI). Lo relevante: ningún supremacismo por razones de origen, aspecto o estilo cultural, que sí los diferencian, pero no los
clasifican. Sería penoso que, en nuestro país, alguien quisiera etiquetar a las personas por el acento, el templo que frecuentan, sus apellidos o sus convicciones. Ninguna persona es ilegal, ni mejor o peor por lo que haya hecho algún pariente o miembro de su colectividad. Catalunya es tierra de paz y de acogida, desde la primera escuela en adelante. A ellos les recomiendo que aprendan catalán, que asuman responsabilidades cívicas, que eviten grupos cerrados. Sé de qué hablo porque –desde hace ya unos años– enseño Ética y Filosofía a chicos y chicas que expresan esa multiculturalidad. Y me encanta. Son nuestra esperanza, jamás una pesadilla. Serán jueces, periodistas, médicos, administrativos... Cada uno tiene un valor único. Las ideas pueden ser cuestionadas, los comportamientos ilícitos deben ser penalizados, pero estamos construyendo una sociedad mejor.
XAVIER SERRA BESALÚ
Girona