Ofensiva final por el brasileño, y Seri, deprimido
Puro en la boca y camiseta azulgrana, la que le regaló Neymar este verano en su visita a la final de la NBA. De esta guisa colgó una foto en las redes sociales LeBron James, buen aficionado al fútbol, accionista del Liverpool desde el 2011, a cambio de sus derechos de imagen, y que habría sugerido a los responsables del club británico que le abran las puertas a Coutinho con rumbo al Camp Nou. Un Coutinho que ha sido convocado con Brasil a pesar de que todavía no ha debutado con su equipo esta temporada a la espera de resolver su futuro. Unos días la excusa ha sido una lesión en la espalda y otros, que se encuentra enfermo. Tras acordar con el Borussia Dortmund el traspaso de Ousmane Dembélé, el Barcelona ha intensificado su ofensiva para intentar pactar la compra de Coutinho con un Liverpool duro de roer.
Si el equipo de Anfield acaba dando su brazo a torcer (los contactos son permanentes) lo hará por una cantidad superior a los 105 millones de euros fijos que el club blaugrana desembolsará por Dembélé, que aterriza esta tarde en Barcelona y mañana será presentado sobre el césped del Camp Nou a las 13.45 horas. El fichaje más caro de la historia barcelonista se puede ver superado en breve, si el Barça es capaz de hacerse con los servicios de Coutinho.
Mientras, el centrocampista del Niza Jean-Michaël Seri no entró en la convocatoria del partido que su equipo jugó anoche ante el Amiens al estar tocado moralmente por su frustrado fichaje por el Barcelona.