Nueva huelga en El Prat para el puente de la Diada
Los trabajadores de Eulen reanudan los paros en los controles de seguridad el 8 de septiembre
Los trabajadores del grupo Eulen en los controles de seguridad volverán a la huelga el 8 de septiembre, coincidiendo con el puente de la Diada, en protesta por las sanciones a cuatro empleados. Los paros serán de una hora por la mañana y por la tarde, aunque no descartan ampliarlos.
Los empleados del grupo Eulen en los controles de seguridad del Aeropuerto de Barcelona-El Prat volverán a la huelga el 8 de septiembre –que coincide con el inicio del puente del 11 de septiembre– como forma de protesta por las “represalias” aplicadas por la empresa contra cuatro trabajadores que habrían incumplido los servicios mínimos. Así lo decidieron en la asamblea celebrada ayer en El Prat de Llobregat, en la que votaron 115 trabajadores de los 350 con que cuenta la empresa en el aeropuerto barcelonés. Todos los que votaron lo hicieron a favor de la huelga.
Los paros se desarrollarán los viernes de 10.30 a 11.30 horas y de 18.30 a 19.30 horas, si bien el asesor del comité de huelga, Juan Carlos Giménez, avisó ayer de que se podrían ampliar si no se retiran las sanciones. En caso de que las sanciones (dos despedidos, dos multados) se retiraran, se anularía la convocatoria de huelga, que se presentará hoy ante el Departament de Treball de la Generalitat. La compañía admite la existencia de sanciones, pero rechaza cifrar el número de personas afectadas.
Esta nueva huelga llega cuatro días antes de que el árbitro designado por el Estado, Marcos Peña, dicte el laudo obligatorio en relación con el conflicto original, en el que los trabajadores reclamaban mejores condiciones laborales y salariales. Los paros, que se iniciaron el 24 de julio, provocaron colas de horas en los accesos de control de El Prat, creando incomodidades a los pasajeros y golpeando la imagen del aeropuerto , puerta de entrada a Barcelona y segundo activo de Aena, compañía de mayoría pública.
La Generalitat medió entre la empresa y los trabajadores, pero estos rechazaron también en dos votaciones los incrementos salariales que les ofrecían. Finalmente, el 14 de agosto, el Ministerio de Fomento (que es la administración que tiene las competencias sobre esta infraestructura) decidió mandar a la Guardia Civil para reforzar los controles y dictó un laudo obligatorio.
El temor a que la huelga de El Prat se extendiera a otros aeropuertos (hay varias propuestas “congeladas” en los aeródromos de Madrid, València y Alicante) ha llevado al Gobierno a crear una mesa para estudiar la situación del sector de la seguridad privada. Los sindicatos dudan de la efectividad de la propuesta, pero indican que la situación en el sector es incendiaria.
La seguridad privada facturó en España 3.481 millones de euros en el 2015, según datos de la Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad (Aproser) que representa a empresas que emplean unas 5.000 personas. Paradójicamente, la facturación del sector ha bajado en los últimos años y muchas de esas empresas están en pérdidas. La causa está en que la mayoría de concursos públicos se dirimen por los precios y a ellos concurren un sinfín de pequeñas empresas que compiten con muy bajo precio.
Según los sindicatos, el salario medio neto del sector está en los 1.000 euros. Sin embargo, muchas empresas repercuten de forma directa en los salarios las condiciones de los contratos que suscriben. De manera que si los contratos se acaban consiguiendo por un 10% o un 20% más bajo, el efecto sobre los sueldos es fulminante. Por ello muchos guardas de seguridad recurren a las horas extras y a horarios draconianos para mantener esos salarios. Unas condiciones laborales que están creando un gran caldo de cultivo para la conflictividad.
El comité convoca paros de una hora, mañana y tarde, todos los viernes a partir del 8 de septiembre