Galés en la cuerda floja
Una parte del club aconseja a Florentino que venda ya al galés
La visita del Valencia ha terminado con la balsa de aceite que era hasta ahora el Real Madrid y los dos puntos que el equipo de Zinédine Zidane se dejó en el primer partido de la temporada en el Santiago Bernabeu han llevado a Gareth Bale al centro de la diana de las críticas de los aficionados, que lo despidieron con una sonora pitada.
La visita del Valencia ha terminado con la balsa de aceite que era hasta ahora el Real Madrid. El equipo de Zinédine Zidane se dejó los dos primeros puntos de la temporada y el partido reabrió viejas heridas. Gareth Bale es de nuevo el jugador damnificado y su continuidad vuelve a cuestionarse a falta de pocos días para el cierre del mercado. El extremo galés fue sustituido en el minuto 75 de juego y al abandonar el terreno de juego se llevó una pitada de su público de las que hacen época. Su cara en el banquillo era todo un poema, consciente de no haber dado una a derechas desde su lesión en noviembre pasado.
Bale se niega a desvincularse del Madrid, pero el Manchester United ha estado todo el verano detrás de él, como ha reconocido el propio Mourinho. La prensa inglesa decía ayer que el equipo de Old Trafford había hecho llegar a Concha Espina estos días una última oferta por el galés de 105 millones de euros. Fuentes del Madrid aseguraban que la opinión dentro del club al respecto está muy dividida. Florentino Pérez no está muy por la labor de desprenderse de un jugador que considera una apuesta personal y por el que hace cuatro años rompió el techo del mercado al pagar 102 millones de euros al Tottenham.
Por otra parte, todos reconocen que el jugador ha estado muy lejos de cumplir las expectativas. Cuatro años después de su fichaje, el galés sigue sin hablar español, se le ve como un cuerpo extraño poco integrado en la plantilla y alinearle supone apostar por un 4-3-3, un dibujo que ahora mismo casa mal con el juego de elaboración en el centro del campo que se quiere potenciar.
Por si le faltaran problemas al Expreso de Cardiff, compite por el puesto con Marco Asensio, el jugador más en forma del equipo. Tampoco le ayuda su facilidad para las lesiones. Desde que está con los blancos, Bale se ha lesionado nada menos que en 17 ocasiones.
En la sala de prensa acabado el partido, la defensa que Zidane hizo de Bale fue bastante menos contundente que otras veces. Preguntado por si era un jugador intocable, el técnico adujo: “Es un jugador importante. Gareth es Gareth”.
El empate ante el Valencia dejó más daños colaterales. Tras Bale, el otro señalado por el público fue Benzema, que falló más que una escopeta de feria. Erró ocho ocasiones, cuatro clarísimas. Su mala puesta en escena esta temporada se realza más por la falta de un recambio fiable al haberse ido Morata. Zidane tenía en el banquillo a Borja Mayoral, pero el francés sólo se atrevió a sacarlo a falta de cinco minutos, cuando desde mucho antes el equipo pedía más pólvora arriba. La temporada pasada el promedio goleador de Morata ya fue bastante mejor que el de Benzema.
Por último, también se echó en falta a Pepe, al que no se quiso renovar. De los cuatro centrales, ante el Valencia sólo estaba disponible Nacho. Ramos estaba fuera por una tontería, las cosas de Ramos, y Varane por su habitual fragilidad muscular. Vallejo apunta la misma fragilidad muscular que Varane. No en vano, en las última dos temporadas acumula ya ocho lesiones.
DESAJUSTES DELANTE Y ATRÁS En un día nefasto de Benzema, muchos se acordaron de Morata y otros de la ausencia de Pepe