Asco e indignación
Asco e indignación siento por lo que vi en la manifestación de Barcelona. Los antisistema independentistas de siempre aprovecharon un acto destinado a condenar el terrorismo, manifestar nuestro dolor y apoyo a sus víctimas y agradecer a quienes se jugaron la vida por nosotros para transformarlo en un desafortunado acto político con despliegue estratégico y sin impedimento alguno de enormes pancartas arremetiendo contra quien no correspondía. No era ese el día ni el momento, pero dieron rienda suelta a su odio, sin respetar el noble objetivo de la mayoría.
Mi hija, como tantos otros, el día del atentado se salvó de milagro, y quizás por ello me atrevo a manifestar el asco y la indignación que deben de sentir las víctimas y sus familias. Sensación que debió de verse justamente aumentada al ver cómo los organizadores de la manifestación dieron casi tanta importancia a las familias de los muertos por los atentados como a las de los terroristas.
Quienes piensen que una Catalunya independiente gobernada por estos individuos o con su apoyo tiene un futuro brillante van equivocados. Respetar a los muertos es lo primero que debemos exigir. Y estos, ni a los que deberían ser suyos respetan.
JOSEP PAGÈS MARTÍ
Barcelona