Los máximos del euro en el mercado castigan las bolsas europeas
El silencio o más bien la indefinición de los bancos centrales sobre el futuro de la política monetaria en la reunión de Jackson Hole (EE.UU.) ha tenido como consecuencia la apreciación de la divisa europea y la devaluación del dólar.
En particular, los analistas creen que la Reserva Federal, ante los buenos datos del paro y la baja inflación, tardará en reducir los estímulos, lo que penaliza inevitablemente al valor del billete verde. Por otra parte, las continuas referencias de Donald Trump sobre la necesidad de renegociar el tratado de Libre Comercio (TLC), así como el impacto del huracán Harvey, trajeron nubarrones sobre la fortaleza de la economía norteamericana, lo que se reflejó en la debilidad del dólar.
Asimismo, las palabras del presidente del BCE, Mario Draghi, que en ningún momento se refirió en su discurso el pasado fin de semana a la apreciación excesiva del euro como posible amenaza para la economía europea, dio rienda suelta a su escalada en los mercados.
El euro alcanzó ayer la cota de 1,1963 dólares, la más alta desde enero del 2015. La fortaleza de la divisa se hizo notar en la renta variable. El Ibex 35 cerró ayer la sesión con un retroceso del 0,57% y perdió el umbral de los 10.300 puntos. Tanto la Bolsa de París, como la de Frankfurt acabaron en números rojos, con un bajo volumen de contratación. Otra señal de incertidumbre es la revalorización del oro: la onza superó los 1.300 dólares, el nivel más alto desde noviembre.
Para poner un poco de perspectiva histórica, el mínimo histórico del euro se alcanzó en 0,82 centavos de dólares (2000), mientras que el récord al alza se marcó en 1,60 dólares (2008), con lo que los niveles actuales se sitúan en una franja central de las valoraciones. Los analistas coinciden en que la apreciación seguirá en las próximas semanas.