Expedia cae en bolsa al fichar su directivo por Uber
Khosrowshahi sustituirá a Kalanick al frente de la compañía
Expedia llora la más que probable marcha de su consejero delegado, Dara Khosrowshahi. Las acciones de la empresa turística online cayeron a media tarde de ayer un 5,4%, el mayor retroceso en el último año, tras conocerse que su máximo ejecutivo está a punto de fichar para la empresa de transporte entre particulares Uber.
Los analistas lamentan que Khosrowshahi, de origen iraní, pueda acabar dejando la compañía después de haber conseguido llevarla al terreno de la rentabilidad (la que precisamente busca desde hace años Uber) con unos beneficios brutos de 1.600 millones de dólares en el 2016, justo cuando está en pleno proceso de digestión de las compras de Orbitz y Homeaway.
En cambio, para Uber, la llegada del ejecutivo (a falta de confirmación oficial) pone fin a un largo periodo de incertidumbre, que empezó cuando el pasado mes de junio el 40% de los accionistas exigieron al fundador, Travis Kalanick, que dejara el cargo en medio de repetidos escándalos de acoso sexual en la empresa, espionaje industrial y la caída de la reputación, además de problemas legales en numerosas ciudades donde ofrece sus servicios.
Khosrowshahi, de 48 años, nació en Teheran, pero se trasladó de niño a EE.UU. Ingeniero de formación, también estuvo una temporada en la banca de inversión, hasta que se pasó al mundo de internet, donde ha dirigido Los retos del nuevo ejecutivo: llegar a la rentabilidad, levantar su reputación y sacarla a bolsa Expedia durante doce años. Es miembro del consejo de administración de The New York Times y recientemente se mostró muy crítico con Donald Trump.
Su nombre, pese a las filtraciones de los últimos días, no había sonado en las quinielas. Ha ganado a otros candidatos, como el ex número uno de General Electric Jeff Imelt (que el domingo se autoexcluyó de la contienda) y Meg Whitman, de Hewlett Packard, que también tenía dudas y al final no consiguió llegar a un acuerdo con la empresa.
El reto para Khosrowshahi es de gran magnitud: deberá lidiar con las persistentes pérdidas de la compañía, una importante demanda judicial por secretos comerciales presentada por Waymo de Alphabet, un clima laboral conflictivo entre los 12.000 empleados globales de Uber (sin contar los conductores), litigios administrativos con taxistas y ayuntamientos y, por último, el papel ambiguo de Travis Kalanick, que aunque no ostenta poderes ejecutivos sigue en el consejo de la compañía.
En el aspecto estratégico el nuevo consejero delegado deberá decidir adónde llevar Uber: si extenderlo a otros sectores (transporte de comida, logística), cuándo salir a bolsa y cómo enfrentarse al desarrollo del coche autónomo.
El ejecutivo tenía invertidos unos 184 millones de dólares en acciones de Expedia, con lo que el cambio de despacho, al añadir la retribución, llevará a sus bolsillos una cantidad importante de dinero. Trabajo tampoco le va a faltar.