La Vanguardia

Madrid quiere avanzar a junio los exámenes de septiembre

El TSJM admite el recurso de CC.OO. contra la decisión de la Comunidad de Madrid de avanzar las pruebas a junio

- MAYTE RIUS

La decisión del Gobierno regional de Madrid de adelantar de septiembre a junio las pruebas extraordin­arias de recuperaci­ón para los alumnos de secundaria con suspensos a partir del curso que está a punto de empezar ha reabierto el debate sobre la convenienc­ia y utilidad de estos exámenes. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha admitido a trámite un recurso de CC.OO. de Madrid contra la orden de calendario escolar de la comunidad en que se introduce el cambio, y ahora será un juez quien decida si los estudiante­s madrileños de ESO, bachillera­to y FP que no aprueben las asignatura­s durante las evaluacion­es ordinarias deben examinarse a finales del mes de junio o tras las vacaciones de verano, como ve- nían haciendo. Desde la Consejería de Educación se asegura que el adelanto forma parte de su apuesta por la evaluación continua, está en línea con los cambios introducid­os en las universida­des, permitirá a los alumnos preparar las recuperaci­ones en clase, con la ayuda de sus profesores, y evitará a las familias peleas y gastos para lograr que sus hijos estudien en verano. Añaden que, además, facilitará la organizaci­ón de los centros escolares porque a finales de junio ya se sabrá quién pasa de curso y quién repite.

En cambio, los representa­ntes de la federación de enseñanza de CC.OO. Madrid rechazan la medida tanto por la forma en que se ha regulado –“se introduce el cambio por la puerta de atrás, en la orden que regula el calendario escolar en lugar de hacerlo en las órdenes de evaluación, que es donde correspond­e”, comenta Isabel Galvín, secretaria general de la federación–, como por su convencimi­ento de que está predestina­da a fracasar porque los centros educativos madrileños no disponen de medios suficiente­s para lograr que en 15 días de junio los alumnos puedan adquirir los conocimien­tos que no han asumido durante el curso. “Poner las recuperaci­ones en junio no puede ser una medida aislada, tendría sentido si a lo largo del curso hay evaluación continua y se han planificad­o refuerzos, desdoblami­ento de grupos y horarios ampliados, pero Madrid es la comunidad autónoma que más recortes ha hecho en educación y que más ha aplicado la Lomce, de modo que ni las plantillas ni los

CAMINO DE IDA Y VUELTA Extremadur­a y Catalunya, pioneras del adelanto, han vuelto a la repesca posvacacio­nal

A FAVOR DE JUNIO Hay menos tiempo para estudiar, pero la materia está más fresca y los profesores, a mano

modelos que se han impuesto hacen viable estos exámenes”, dice Galvín.

El debate no es nuevo. En el 2010, mientras el Gobierno valenciano planteaba adelantar la evaluación extraordin­aria a junio (se aplicó en el 2013), Catalunya, que llevaba décadas sin exámenes de septiembre, optaba por recuperarl­os. Los estudiante­s extremeños también han hecho el camino de ida y vuelta: en el 2004 pasaron a junio y en el 2011 volvieron a septiembre. Castilla y León y La Rioja probarán la convocator­ia de junio este curso, como Madrid, mientras que Cantabria, Navarra y País Vasco, además de Valencia, ya la habían adelantado.

Desde el ámbito pedagógico se esgrimen argumentos a favor y en contra. Catalunya y Extremadur­a recuperaro­n los exámenes de septiembre con la aspiración de reducir el fracaso escolar, de facilitar más tiempo a los alumnos rezagados para poder preparar las

materias suspendida­s y de promover la cultura del esfuerzo. En cambio, los detractore­s arguyen que retrasar la recuperaci­ón a después de las vacaciones hace que los estudiante­s olviden mucho contenido, ahonda las desigualda­des entre los alumnos en función de que los padres puedan o no pagarles clases particular­es o ayudarles a estudiar durante el verano, condiciona­n las vacaciones de toda la familia e impiden que el joven dedique el verano a otras actividade­s de desarrollo personal. Hay quien opina que dos o tres semanas en junio restan oportunida­des a los alumnos y quienes creen que aquellos con opciones reales de recuperar tienen la materia más fresca en junio y más posibilida­des de centrarse en las partes que les resultan más difíciles. Pero también quien considera que posponer las pruebas a septiembre permite establecer nuevas estrategia­s y pautar un trabajo tutorizado de repaso que permita aprobar, sobre todo a los que arrastran pocos suspensos.

Donde los educadores sí se ponen de acuerdo es en las ventajas organizati­vas que conlleva adelantar las pruebas a junio. “Los exámenes de septiembre hacen que la configurac­ión definitiva de los cursos y los ajustes de plantilla estén pendientes de saber quiénes repiten y quiénes no; en cambio, si los resultados definitivo­s se saben en junio, el inicio de curso se puede preparar con antelación e incluso se podrán comenzar antes las clases en aras de la conciliaci­ón familiar”, explican desde la Consejería de Educación de Madrid. Otro de los beneficios de hacer los exámenes en junio es que será el mismo profesor que ha dado las clases quien evalúe a los alumnos, porque si la prueba se hace en septiembre, como hay un alto porcentaje de interinos, es posible que el profesor ya haya cambiado de centro.

 ??  ?? Recuperar los suspensos en septiembre obliga a estudiar en verano, lo que causa no pocas tensiones en las familias; en la foto, dos profesoras en el día de las correccion­es
Recuperar los suspensos en septiembre obliga a estudiar en verano, lo que causa no pocas tensiones en las familias; en la foto, dos profesoras en el día de las correccion­es
 ??  ??
 ?? DAVID AIROB / ARCHIVO ??
DAVID AIROB / ARCHIVO

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain