La corrupción, a debate
El nuevo PSOE, Podemos y el PNV fuerzan al presidente a explicarse ante el pleno
El Congreso acoge hoy un pleno extraordinario y monográfico sobre la trama Gürtel que pondrá de manifiesto los delicados equilibrios parlamentarios de la legislatura.
El Congreso acoge hoy un pleno extraordinario y monográfico sobre la trama Gürtel que devolverá al centro de la agenda los vocablos corrupción, financiación irregular o caja B y que pondrá de manifiesto los delicados equilibrios parlamentarios de la legislatura. La sesión es producto de un acuerdo adoptado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tras escuchar la declaración del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ante la Audiencia Nacional, el pasado 26 de julio, acuerdo al que la voluntad del PNV de fijar una distancia gélida con su socio presupuestario dio cauce, deshaciendo el posible empate en la Diputación Permanente.
Ningún serial dramático que se precie arranca temporada sin recordar al respetable dónde estábamos antes del descanso –“En episodios anteriores...”– y la oposición parlamentaria ha querido empezar el complejo curso con un debate plenario que no se espera que aporte grandes novedades, toda vez el formato elegido por la presidenta de la cámara, Ana Pastor, para la sesión, más allá de pasar a limpio el mapa de las adhesiones y distanciamientos que arrojó el final del curso pasado, cuando el PP no lograba recabar una mayoría absoluta de apoyos para afrontar la moción de censura impulsada por Unidos Podemos en medio del proceso de refundación socialista.
El propósito de la oposición es evitar que la interrupción veraniega, la agenda soberanista catalana y los ataques terroristas en Catalunya operen como cortafuegos para los casos de corrupción que se investigan en torno al PP y que llevaron al presidente del Gobierno a comparecer como testigo en una sesión de formato sin precedente ante la Audiencia Nacional. Allí, Rajoy dijo que su responsabilidad en el partido, ahora como presidente y antaño como director de las campañas electorales cuya financiación está siendo investigada, siempre fue exclusivamente política y en ningún caso económica o contable. Rajoy responsabilizó de todo a sus sucesivos tesoreros y se desentendió de cualquier vínculo con Francisco Correa y sus empresas. Los grupos parlamentarios, PSOE y Unidos Podemos, pero también PDECat y ERC, creen que la comparecencia ha sembrado muchas dudas y que, al margen de las responsabilidades jurídicas que se derivan, el presidente ha de dar explicaciones ante las Cortes. Los portavoces del PSOE, Podemos y ERC han insistido en la idea de que, por diferentes razones, casi tan grave es que sea cierto lo que dijo, que no sabe nada de lo que ocurría en su partido, como que haya mentido.
La responsabilidad política es la razón esgrimida por el portavoz del PNV, Aitor Esteban, y luego por el diputado Mikel Legarda para explicar el sentido de su voto favorable a la celebración de este pleno extraordinario y fuera del periodo ordinario de sesiones, en tanto forma parte de las atribuciones de control al Gobierno que ostentan las Cortes. Esta decisión del PNV no ha gustado nada en las filas del grupo parlamentario popular y fue muy expresivo Fernando MartínezMaíllo, coordinador general del PP, quien considera una locura que el Congreso dedique una sesión monográfica a la trama Gürtel, “con la que está cayendo en España”. La fórmula elíptica se interpretó como una alusión a los ataques terroristas de Barcelona y Cambrils, pero también al recalentamiento del proceso soberanista catalán conforme se acerca la fecha marcada por la Generalitat para el referéndum Ciudadanos y el resto de grupos quieren que Rajoy sea interrogado también por la comisión de investigación convocado de forma unilateral.
Ciudadanos no quería este formato porque prefiere que Rajoy comparezca ante la comisión de investigación específica, lo cual habría sido una buena noticia para los populares si la negativa de Ciudadanos al pleno extraordinario hubiera convencido al grupo vasco. Pero con el pleno ya convocado –con la abstención de Ciudadanos– , los de Albert Rivera están decididos a que Rajoy se siente también ante la comisión de investigación, idea que comparten el resto de los grupos de oposición. Eso supone que la sesión de hoy, de formato más amable para el presidente del Gobierno, que puede contestar a todos los portavoces a la vez y sin límite de tiempo, tendrá una secuela mucho más áspera en forma de interrogatorio en comisión.