Resistencia y resiliencia
La resistencia se refiere al aguante, resultado de una gran fortaleza. Mientras que la resiliencia es la capacidad de asumir el escenario, por muy difícil que sea, sobreponiéndose y sacando lo mejor de él.
Los bancos españoles han mostrado ambas características en los últimos años. Han sido capaces de resistir a una de las mayores crisis de nuestra historia reciente, convirtiéndose en actores imprescindibles para que la recuperación económica actual sea intensa y a la vez sostenida.
Pero los bancos también se han adaptado a un cambio regulatorio exigente y variante. En un entorno muy competitivo, las entidades financieras responden, e incluso anticipan, la nueva demanda de sus clientes que se dirige hacia un nuevo entorno digital. Al mismo tiempo que escuchan a sus diferentes interlocutores que les piden cambios en las prácticas bancarias, adaptándolas a las nuevas prioridades de comportamiento de la sociedad.
Las consecuencias de todos estos acontecimientos son evidentes, como se observa en los niveles elevados de capital y eficiencia, mientras que crece con fuerza la concesión de nuevo crédito a pymes y familias y se refuerza la confianza del cliente con su entidad.
Simultáneamente las entidades financieras avanzan de forma clara en el saneamiento de su balance, en paralelo a la mejora de su rentabilidad, en beneficio de sus accionistas. Esta situación favorece a que el sector sea muy competitivo en beneficio de sus clientes.
El sector bancario ha liderado la recuperación de las bolsas europeas en lo que llevamos de año. Bajo su perfil de sector cíclico, las entidades financieras han sido determinantes para una menor aversión al riesgo de los accionistas a medida que se percibe la mejora de la economía. Una recuperación económica más intensa de lo esperado, tal y como reconoce el propio Banco Central Europeo.
Sin embargo, la misma autoridad monetaria considera que no es una condición suficiente para iniciar la normalización monetaria, pues es necesario que haya indicios claros de inflación. Crecimiento e inflación son claves para los inversores.
¿Cómo será septiembre para los mercados? Los analistas advierten de un escenario dominado por la política, que generará incertidumbres. Es fundamental que estas inseguridades que provoca el escenario político internacional no se reflejen en la evolución económica y deterioren la confianza de los consumidores, empresas e inversores financieros. El trabajo silencioso de los bancos seguirá siendo clave para evitarlo.