Otro convento de Manresa luchará contra la pobreza
El antiguo convento de las Saleses ya se destinaba a la lucha contra la exclusión; ahora se le ha sumado el de Santa Clara
El convento de las monjas dominicas de Santa Clara de Manresa acogerá un centro de atención integral para 250 niños y niñas de un centenar de familias en situación de pobreza. Se tratará así del segundo edificio religioso de la comarca barcelonesa del Bages que renace total o parcialmente para luchar contra la pobreza o la exclusión social. El antiguo convento de las Saleses de Manresa, que regenta la orden de Sant Joan de Déu, ya se había incorporado al mapa de recursos de Catalunya para la acogida de refugiados.
Este edificio, levantado en 1930 en uno de los barrios más humildes de la localidad, las Escodines, alberga también un área de duchas públicas para personas sin recursos. La Fundació Germà Tomàs Canet, vinculada a Sant Joan de Déu, se encarga de la instalación, que se financió con fondos de la fundación de la familia Tous. El camino indicado por esta iniciativa es el que ha seguido el EspaiCaixa Francesc d’Assís, como se llamará el centro del convento de las religiosas de Santa Clara, que se destinará a la atención integral de niñas y niños en situación de vulnerabilidad.
El proyecto se enmarca en el programa CaixaProinfancia, la campaña de lucha contra la pobreza infantil de la Obra Social La Caixa. Las dependencias se instalarán en el convento de Santa Clara, de la orden de las dominicas, que han cedido un espacio del edificio religioso –el antiguo noviciado y el huerto– para destinarlo a las personas necesitadas.
El director de la Fundación Bancaria La Caixa, Jaume Giró, y la dominica sor Lucia Caram presentaron ayer la iniciativa. Las obras tienen un presupuesto de un millón de euros y está previsto que el servicio funcione en enero del 2018. Sor Lucia Caram presentó hace un año la idea al papa Francisco, que sugirió bautizar la iniciativa con un nombre que honrase a san Francisco de Asís.
El EspaiCaixa Francesc d’Assís se ubicará en el edificio del noviciado del convento, que data de principios del siglo XIII y que La Caixa restaurará y acondicionará. La primera planta estará destinada a acoger un espacio maternoinfantil para niños de hasta tres años. La segunda planta acogerá un espacio de socialización, de trabajo de hábitos y habilidades destinado a jóvenes de hasta 18 años en diversos horarios, incluidos los fines de semana. Además, parte del huerto del convento se adecuará para realizar juegos infantiles y la práctica de deportes.
Se prevé que durante el primer año de funcionamiento el centro atienda a 250 niños y niñas, lo que se traduce en la atención de un centenar de familias. Desde sus inicios, en el 2007, el programa de CaixaProinfancia ha atendido a más de 272.300 niñas y niños y a cerca de 160.000 familias de toda España. Sólo en la ciudad de Manresa, la fundación destina 100.000 euros anuales a la lucha contra la pobreza infantil.
Desde que comenzó el programa altruista de CaixaProinfancia, más de 272.300 menores han recibido ayudas