La Vanguardia

El circo Matrix

La Mostra de Venecia recibe la realidad virtual en el cine por todo lo alto, con una isla reservada a la nueva forma de contar

- S. LLOPART Venecia

Sobrevolar un barrio deprimido de Nápoles como Scampia, ese lugar que los seguidores de Gomorra conocen bien. Pero seguro que no lo han visto nunca de esta manera, ni siquiera estando allí. No es sólo una cuestión turística. Es la inmersión dramática. Participar en una persecució­n, a punta de pistola. Escurrirse por un depósito, observar a unos jóvenes que intentan huir. Todo parece real, todo es mágico. Todo es todo, realmente todo. Por todos lados. 360 grados de narración, de cosas que están pasando. La experienci­a es abrumadora: bienvenido­s a la realidad virtual.

El filme Gomorra VR. La calle

es nuestra, de Enrico Rosati, vuelve a los lugares de la serie televisiva basada en la obra de Roberto Saviano. Pero de otra forma: utilizando las posibilida­des de la nueva tecnología, que es como ingresar en el universo Matrix...

Te sientan en una silla giratoria, te ponen unos cascos, te ciegan con un visor y ya está: acabas de ingresar en otra mundo, en otros mundos. Ni pastilla roja, ni pastilla azul: el resultado de las nuevas cámaras de 360 grados y la posibilida­d de inmersión total en la historia. El filme de Rosati forma parte de una selección, y que forman parte de la exhibición –y la competició­n– que el festival de Venecia tiene abierto a esta nueva forma de contar en imágenes.

Otro título selecciona­do es

On/Off, de Camille Duvelleroy e Isabelle Foucrier. Aquí te ves anclado a la cama del hospital, mientras el personal sanitario lucha con la muerte a brazo partido. Tu vida es la que está en juego. ¿Otro ejemplo? Denoise, de Giorgio Ferrero, un viaje de sonidos y formas geométrica­s cambiantes donde perderse. Con paisajes inesperado­s como un campo petrolero en Texas, o una sala anecoica donde no existe el sonido: un lugar para experiment­ar el silencio más total. Y entre otras experienci­as,

Jia zai lanre (The deserten), del venerable Tsai Ming-Liang, donde el tono y la naturaleza de la realidad virtual cambian completame­nte: su objetivo es otro. Cuenta el filme de Ming-Liang la historia de un hombre que se recupera de una grave enfermedad en las montañas. Su madre le visita y cocina para él, pero no puede comer: un fantasma vive a su lado. Aquí no hay alardes técnicos. Más bien contemplac­ión. Experiment­ación de otra manera. Casi todo cabe en la realidad virtual, incluso el contemplat­ivo Tsai Ming-Liang.

La Mostra ha creado un espacio propio en la pequeña isla de Lazzaretto, frente al Lido para esta nueva forma del cine. Hay que llegar en barco, no hay otra manera. Uno va y viene todo el tiempo. Es un pequeño pedazo de tierra, de apenas dos kilómetros de extensión, consagrado a la nueva sensación.

En la isla de Lazzaretto hay dos opciones de acercarse a la realidad virtual, o tres mejor.

Una es el teatro: un espacio de sillas giratorias donde, de forma aislada, individual, se sigue la película. Otra forma es la instalació­n, donde, como en la anterior, quedas ciego y sordo al exterior. Pero unos cables –y el ojo vigilante de un responsabl­e– te permite una cierta movilidad. Siempre con mucho cuidado. Y luego está la instalació­n teatral, como esa cama de hospital desde donde seguir la lucha de los médicos contra lo inevitable...

¿Estamos ingresando en el futuro? Si es así, el futuro del cine, desde el punto de vista narrativo, deja todavía mucho que desear. El futuro puede esta en Venecia. Adolece de la falta de una gramática visual propia, como tiene el cine tradiciona­l. Las transicion­es entre escena y escena son salvajes, como un salto mortal. Y cuando se acaba la curiosidad, solo cabe mirar al frente. La realidad virtual es todavía una atracción de circo: el circo Matrix, donde, atrapado entre cables, todo es posible.

NOVEDAD ‘Gomorra VR’ vuelve a los lugares de la serie utilizando la realidad virtual

BALANCE Si esto es el futuro del cine, desde el punto de vista narrativo deja mucho que desear

 ?? CLAUDIO ONORATI / EFE ?? Un espectador del cine virtual, ayer, en el espacio habilitado en la isla de Lazzaretto
CLAUDIO ONORATI / EFE Un espectador del cine virtual, ayer, en el espacio habilitado en la isla de Lazzaretto

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain