El Gobierno de Colombia y el ELN firman una tregua
El alto el fuego bilateral llega horas antes de la visita del Papa
El pacto acaba después de Navidad, pero Santos dejó entrever que podría ser definitivo si fructifica la negociación
Es sabido que el Papa obra milagros políticos. Apenas 48 horas antes de que Francisco aterrice mañana en Colombia, el Gobierno de Juan Manuel Santos y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) acordaron ayer un inédito alto el fuego bilateral de más de tres meses. La guerrilla negocia oficialmente desde el pasado 7 de febrero en Ecuador un acuerdo de paz para seguir los pasos de las FARC, ya desmovilizada.
La tregua comenzará el 1 de octubre y finalizará, en principio, el 9 de enero del 2018, pasadas las fiestas navideñas. Aunque la tregua no estará formalmente en vigencia durante la visita del pontífice, que se prolongará hasta el domingo, sería extraño que estos días hubiera algún enfrentamiento o acto violento por parte del ELN.
Santos fue el primero en comparecer para anunciar la noticia y dejó entrever que el alto el fuego podría convertirse en definitivo si fructifican los diálogos de paz. La tregua “se irá renovando en la medida en que se cumpla y se avance en las negociaciones sobre los demás puntos”, indicó el mandatario, que aseguró que el cese el fuego acabaría el 12 de enero, aunque en el texto del acuerdo distribuido a los medios figura el 9 de enero.
Paralelamente, la delegación del ELN en Quito tuiteó: “¡Sí se pude! Agradecemos a todas y todos quienes apoyaron decididamente los esfuerzos para alcanzar este #CeseAlFuegoBilateral”, junto a una foto en la que el representante del grupo insurgente en las conversaciones, el comandante guerrillero Pablo Beltrán, estrecha la mano del jefe de la delegación del Gobierno colombiano, Juan Camilo Restrepo.
Posteriormente, ambos delegados firmaron la tregua en un acto en Quito, ante la presencia de la ministra de Asuntos Exteriores ecuatoriana, María Fernanda Espinosa. El acuerdo se alcanzó tras una maratoniana reunión que acabó la madrugada de ayer y puso fin a la tercera ronda de conversaciones entre ambas partes, que se reanudarán el 23 de octubre.
El documento firmado apuesta por reducir “la intensidad del conflicto armado” y señala que “su objetivo primordial es mejorar la situación humanitaria de la población”. La guerrilla se ha comprometido a cesar los secuestros, ataques a oleoductos, al Ejército y a la población civil, mientras que el Gobierno suspenderá las acciones militares contra el ELN.
El hecho de que el alto el fuego sea mutuo es una novedad respecto a las negociaciones con las FARC, ya que Santos siempre se negó a acordar una tregua bilateral con la guerrilla ahora convertida en partido político hasta la fase final de las conversaciones. Esto podría indicar que la firma de un acuerdo de paz está cerca y que el presidente quiere acelerar el proceso, teniendo en cuenta que le resta poco menos de un año de mandato.
La tregua será supervisada por la ONU y la Iglesia católica. Varios sacerdotes ligados a la teología de la liberación participaron activamente en la trayectoria del ELN, como Camilo Torres, uno de sus fundadores, o el español Manuel Pérez, que llegó a ser comandante en jefe del grupo revolucionario.
Como ya sucedió en las negociaciones entre el Gobierno y las FARC, el Vaticano desempeña un discreto pero decisivo papel en los diálogos con el ELN. En este sentido, la inminente llegada del Papa ha supuesto que se acelerara la firma del alto el fuego. No obstante, y aunque el motivo principal de la visita es la paz y la reconciliación, Francisco no se reunirá con exguerrilleros de las FARC, ni con opositores, ni mucho menos con representantes del ELN.