Colau aceptará que haya urnas si no perjudica a los funcionarios
La alcaldesa de Barcelona pide a Rajoy que no judicialice el 1-O
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colua está dispuesta a acceder a que haya puntos de votación en la capital catalana siempre y cuando no perjudique a los empleados públicos de la ciudad. Colau precisó ayer, en declaraciones a la cadena Ser, que está a la espera de que se apruebe la ley del Referéndum para saber qué requerimientos les hace la Generalitat como nueva autoridad electoral. La alcaldesa advierte que ella no es quién para decirles a los ciudadanos de Barcelona si esta convocatoria es o no ilegal.
Colau volvió a reclamar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que permita la celebración del referéndum. “Si no queremos que se crispen más las cosas el Gobierno de España, si fuera responsable, podría permitir tranquilamente que se haga una consulta el 1 de octubre o un referéndum que sabemos que no es el referéndum que Catalunya necesita, y el 2 de octubre hacer una propuesta en positivo que es lo que debería haber hecho hace años”.
La alcaldesa de Barcelona cree que la situación política a la que se ha llegado es responsabilidad del Gobierno de España y estima que Rajoy “está utilizando la ley de la peor manera posible”.
Colau y su partido sigue tratando de mantener su posición a medio camino entre los independentistas –promotores del referéndum– y sus contrarios. Su partido y la galaxia de formaciones que orbita a su alrededor es un firme defensor del derecho a decidir, pero está dividido respecto a dos cuestiones no menores: una, el sentido vinculante de una consulta que creen que no cumple con todas las garantías democráticas necesarias y, dos, sobre el sentido del voto ante la secesión.
Estas declaraciones de Colau recibieron la réplica de Pedro Sánchez, quien desde Madrid advirtió a la alcaldesa que “hay momentos en que uno debe saber donde está”.
El secretario de organización del PSC, Salvador Illa, manifestó que Colau se comprometió a no vulnerar la ley” y pidió a la alcaldesa que diga si está a favor o en contra de la independencia. “Hasta ahora en este aspecto no se ha expresado con claridad, ni ella ni su partido”.
El PSC, socio del gobierno municipal de Colau, ponía de relieve de este modo las discrepancias que deberán resolver esta mañana en Catalunya Sí que es Pot (CSQP), el grupo parlamentario de los comunes, respecto a la ley del Referéndum. Podem se decanta por la abstención, al igual que Catalunya en Comú. Los representantes de Iniciativa serían partidarios del no, pero es probable que den su brazo a torcer. Por último, una de las diputadas de Podem, Àngels Castells, podría votar sí.
Lo cierto es que ayer se barajaba la posibilidad de que se abriera un brevísimo periodo de enmiendas a la ley, lo que podría permitir que, al final, una parte de los diputados Catalunya Sí que es Pot variaran el sentido de su voto siempre y cuando lograsen pactar enmiendas con la CUP y Junts pel Sí. Pero no parece fácil porque los diputados de Podem pretendían enmendar el sentido vinculante del referéndum, una pretensión difícil de aceptar por la mayoría independentista.
Por su parte, la ejecutiva de Podemos se reafirmó en su posición sobre la situación en Catalunya, en defensa de un referéndum pactado, legal y con reconocimiento interna- cional y consecuencias políticas y jurídicas, y reiteró su negativa a apoyar al Gobierno de Mariano Rajoy en su conflicto con la Generalitat tanto como a suscribir la hoja de ruta de Carles Puigdemont.
Noelia Vera, portavoz del consejo de coordinación de Podemos, subrayó que la formación no suscribirá ninguna represalia jurídica o política contra el 1-O en la medida en que lo consideran una movilización democrática legítima y no un referéndum legal, incluso en el caso de que comporte urnas.
En cuanto a la posición del grupo en el Parlament, la dirección estatal de Podemos no tiene otra postura oficial que la neutralidad. Vera subrayó que en las confluencias de Podemos a menudo se dan diferentes criterios y que en todo caso será el grupo parlamentario el que resuelva qué hacer.
Esa posición oficial de neutralidad no obsta para que la dirección estatal sienta más simpatía por la abstención, confirman fuentes moradas. Las posiciones políticas de Podemos respecto a la cuestión catalana son por lo general más afines a la postura que defienden En Comú y Xavier Domènech que a la de Fachin.
El voto de los comunes a la ley del Referéndum queda pendiente de que prosperen sus enmiendas