Valladolid propone volver a llenar los pueblos abandonados con refugiados
La Diputación de Valladolid acaba de aprobar la financiación de un estudio para acoger refugiados en pueblos abandonados. Una propuesta con la que se pretende frenar la despoblación padecida en decenas de núcleos rurales de esa provincia. Es la primera vez que alguien plantea una opción similar, que ha tenido ya la primera respuesta positiva. La provincia de Salamanca también ha anunciado que va a estudiar esta opción.
Martín Rodríguez, profesor emérito de la Universidad de Valladolid, es uno de los impulsores del proyecto. Afirma –en declaraciones recogidas por El Confidencial– que se han organizado ya talleres y charlas en pueblos donde apenas queda gente y las zonas más afectadas por la despoblación para sondear a los habitantes. El resultado, en estos inicios del programa, ha sido satisfactorio para los ideólogos de esta iniciativa, pues la mayoría de las personas consultadas han afirmado que verían bien la llegada de esos nuevos vecinos.
El estudio financiado por la Diputación de Valladolid tendrá que prever, sin embargo, el coste económico que podría tener el proyecto, con la reactivación de servicios y equipamientos desaparecidos en esos pueblos. Algunos expertos en el mundo rural se han apresurado ya a advertir que esta iniciativa sería un fracaso si esos núcleos acabaran convertidos en campos de refugiados. Antes de llevar a esas personas a los pueblos habría que prever la posibilidad de que tengan trabajo y dispongan de todos los servicios.
La propuesta también está generando debate en las redes sociales. Y son muchos –principalmente habitantes de zonas rurales– los que apuntan que adaptarse a ese entorno no es nada fácil para personas que están acostumbradas a vivir en el mundo urbano.
La Diputación de Valladolid recuerda, en su primer informe sobre este tema, que España está obligada a acoger a más de 8.000 personas antes de que acabe septiembre (de momento no se están
Es la primera vez que se hace una petición como esta, a la que se acaba de sumar también la provincia de Salamanca
cumpliendo ni los plazos ni los compromisos) y considera que una buena opción ante esta realidad sería favorecer el mundo rural con la repoblación de los núcleos ya vacíos o aquellos en los que sólo viven unos cuantos jubilados.
Martín Rodríguez sostiene, al hilo de esta tesis, que la reactivación de un pueblo es posible con media docena de niños, “que permitirían ya reabrir las escuelas”. Y recuerda que los jóvenes españoles han dejado muy claro que prefieren vivir en la ciudad, donde encuentran más oportunidades, que quedarse en el pueblo. Valladolid es una provincia que ha padecido especialmente la despoblación. En la actualidad hay 120 pueblos con riesgo de desaparecer en los que no vive ni un solo niño.