Denunciado por abusos a un menor un cura de Alcanar
El juez pide la extradición del religioso, detenido en Honduras
La titular del juzgado de instrucción n.º4 de Amposta (Montsià) firmó y envió ayer la orden internacional de extradición de Honduras a Catalunya del presbítero Joan Alonso Bonals, de la diócesis de Tortosa (Baix Ebre), detenido a finales de la semana pasada por la policía hondureña por un presunto delito de abusos sexuales y prostitución de menores cometido en las Terres de l’Ebre.
La juez está investigando si el sacerdote, de 52 años, destinado a dos parroquias de Alcanar (Montsià) entre el 2011 y el 2016, abusó sexualmente hace dos años de un adolescente que ahora tiene 15 años. El caso se abrió con la denuncia de un particular en abril. Entre los investigados hay al menos seis personas más, vecinos de las comarcas de Tarragona y las Terres de l’Ebre, detenidas en mayo pero puestas en libertad con cargos después de declarar en el juzgado de Amposta. La juez sospecha que todos ellos mantuvieron relaciones sexuales con el menor o propiciaron los abusos, a cambio de dinero en algunos casos, por lo que están investigados también por un delito de prostitución de menores.
Aunque la magistrada dictó la orden internacional de detención del sacerdote en mayo, tras abrir la investigación y escuchar las primeras declaraciones, dicha orden no se materializó hasta el pasado viernes, según explicó ayer el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC). No hay un plazo previsto para que el extraditado, detenido en la ciudad de Tocoa el jueves, en el departamento de Colón, pase a disposición judicial, según añaden desde el TSJC.
El religioso se marchó a Honduras de misiones el pasado año, después de ejercer de cura en las parroquias de Alcanar y el núcleo de Les Cases d’Alcanar. En su congregación ayer no salían de su asombro. El obispado de Tortosa ha expresado su sorpresa y ha destacado en un comunicado que nunca antes habían tenido “ninguna información de ningún comportamiento inadecuado de mosén Joan Alonso”, de quien hablan bien sus feligreses.
El obispado ebrense pide respeto a la presunción de inocencia, espera que el cura “podrá demostrar su inocencia” y se pone a disposición de la justicia. “En caso de que se confirmase la veracidad de las acusaciones, manifestamos el dolor que también a nosotros nos produce este comportamiento y lo condenamos”, se añade en el mismo comunicado, en el que la diócesis se pone a disposición para dar todo el apoyo a las posibles víctimas.
El sacerdote investigado estaba como misionero tras un convenio firmado entre el obispado de Tortosa y el de Trujillo (Honduras), dando así “respuesta a la inquietud misionera que él había vivido ya en otras etapas de su vida sacerdotal”. Ordenado como cura en 1991, en la parroquia Sant Miquel de La Cava (Deltebre), en 2003 viajó a sus primeras misiones, en Perú. En el 2011 regresó a las Terres de l’Ebre y ejerció en las parroquias de Alcanar, en la época en que habría abusado presuntamente del menor, antes de volver a marcharse a Honduras.
Otras seis personas, investigadas en el mismo caso, quedaron en libertad con cargos en mayo tras declarar