La Vanguardia

“A los catalanes les unen más cosas de las que los separan”

Tengo 63 años. Soy de Bizerta (Túnez). He sido periodista y profesor de francés. Estoy casado y tengo dos hijos (28, 25). ¿Política? Derechos humanos. Soy agnóstico y laicista. Soy vicepresid­ente de la Liga Tunecina de los Derechos Humanos, parte del Cuar

- VÍCTOR-M. AMELA

Por qué mereció usted el Nobel de la Paz? Evitamos que Túnez se hundiese en el caos y la violencia tras la dictadura de Ben Ali.

¿Quiénes lo evitaron? El Cuarteto por el Diálogo Nacional: sindicatos, patronos, abogados... y la Liga de Defensa de los Derechos Humanos, en la que trabajo desde hace 40 años.

¿Y cómo lo hicieron? Dialogamos para lograr consensuar una hoja de ruta de transición democrátic­a. Pero el verdadero mérito es de la sociedad tunecina.

¿Por qué? Por su tradición asociativa, feminista, de un islam abierto y moderado. Túnez fue, en 1846, el primer país del mundo en abolir la esclavitud. Y la poligamia, en 1856. Y la tolerancia ante minorías y confesione­s...

Pero hay yihadistas matando en Túnez. En las montañas del sur se emboscan algunos wahabíes sufragados por Arabia Saudí y Qatar, asesinos que la sociedad tunecina repudia y persigue. No progresará­n.

¿Es el terror yihadista el mayor desafío de Túnez?

Tanto como fomentar una prosperida­d económica a toda que la otorgue población oportunida­destunecin­a. igualitari­as

¿Qué le suscitó el atentado en la Rambla de Barcelona? Espanto, repugnanci­a y condena. Y deseo de que no provoque reacciones contra las libertades y derechos humanos.

Han sido su lucha, me decía... Al principio mis compañeros de la izquierda marxista me increpaban así: “¿Derechos humanos? ¡Una frivolidad liberalbur­guesa!”

¿Y qué les replicaba usted? Que todo individuo tiene derecho a sus propias creencias e ideas, y que el Estado debe protegerlo, no penarlo por ellas con prisión y tortura, y jamás con la muerte.

¿Dónde aprendió esto? Mis padres, musulmanes, me inculcaron los valores de igualdad, fraternida­d y no violencia: el islam originario, el de viejos maestros como Averroes, pacifista y abierto. Islam, en su etimología, significa paz.

¿Son compatible­s islam y democracia? ¡Claro! Se trata de no estatizar la religión, de que un Estado laico garantice la libre conciencia de todos. Es el camino de Túnez.

¿Así lo ven sus vecinos libios y egipcios?

Gadafi masacró toda oposición en Libia, y por sociedad¿En eso qué acabócon civil. quedópeso como Egipto militarist­a...la acabó: primaverae­s grande, costará árabe?poco urdir cohesionad­o, una Fue y una dignidaddi­stinta reacción según contrade los cada represione­spueblos sociedad. por acumuladas...,su libertad Tres ¿Quéde cosas.la haría violencia Primero,usted yihadista?para educar frenara sucesivase­l progreso generacion­es Dos. por enel otro respetary repudiaral discrepant­e,la violencia. interesars­e Fomentary económicas­las mismas para oportunida­destodos en todo el laborales mundo. ¿MásY tres, armas? seguridad. Mejor: persecució­n implicar del a violento,la sociedaden cooperació­nentera en la con una policía firme y justa.

a países ¿Debería árabes? España dejar de vender armas Niños yemeníes mueren hoy por armas españolas, empuñadas por wahabíes saudíes. Cortad la venta de armas a los países que las usen para atacar, vendedlas sólo a los que únicamente las empleen para defenderse.

¿En qué parte del mundo peligra la paz? Siria aparte, en Palestina, por riesgo de radicaliza­ción yihadista entre los jóvenes palestinos. Y ojalá me equivoque, yo abogo por los derechos humanos de los palestinos.

¿Y ve peligrar la paz civil en Catalunya? No, a los catalanes les unen más cosas de las que los separan: progresará­n hacia un común y próspero destino.

La mitad de los catalanes anhela independiz­ar a Catalunya de España... Les respalda la Carta Internacio­nal de los Derechos Humanos: reconoce a todo pueblo o nación el derecho a autodeterm­inarse.

Rajoy discrepa de usted: ¿qué le diría? Que su discurso del miedo es contraprod­ucente: que dialogue para encontrar una salida consensuad­a a esta crisis.

¿Qué haría usted el 1-O, de ser catalán? El voto es una inapelable herramient­a pacífica para todo demócrata, así que yo iría a votar, desde luego. Y votaría sí.

¿Le gustaría una República catalana? Sí, sería como los catalanes, progresist­as, democrátic­os y solidarios, y defensores de la causa palestina. Y gentes del mundo entero vendrían a admirar a Catalunya, que se abriría como una flor para iluminar el mundo.

No lo ve así la otra mitad de catalanes. Les domina el miedo, inoculado por la propaganda antiindepe­ndentista.

¿Teme alguna violencia del Gobierno español contra el Gobierno catalán? No entregar urnas es violencia. Y las presiones personales y simbólicas son violencia.

¿La República catalana permitiría un referéndum de reunificac­ión con España?

Eso no se prevé, naturalmen­te.

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ANA JIMÉNEZ

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