Un Brexit duro para frenar la inmigración europea
Londres quiere imponer duras medidas para frenar la inmigración europea
Cada vez será más difícil para los europeos trabajar o estudiar en el Reino Unido. O al menos eso es lo que se desprende de un documento elaborado por el Ministerio del Interior británico, que planea poner en marcha severas restricciones para frenar la entrada de estudiantes y trabajadores de la UE, con la excepción de los altamente cualificados.
El plan, de 82 folios, data de agosto de este año y ha sido desvelado por el diario The Guardian. En él se indica que Gran Bretaña acabará de forma automática con el movimiento libre de trabajadores inmediatamente después del Brexit y se seleccionará a los que serán admitidos.
El objetivo es reducir el número de trabajadores poco cualificados, ofreciéndoles una residencia de sólamente dos años. Aquellos que ocupen mejores empleos podrían llegar a tener permisos por un periodo de entre tres a cinco. El Gobierno planea también endurecer las condiciones del reagrupamiento familiar, de tal modo que los trabajadores que quieran llevar a sus familias al Reino Unido, deberán demostrar que perciben un salario míniimo de 18.600 libras esterlinas anuales (unos 20.275 euros).
Respecto a los estudiantes se quiere reducir su número introduciendo controles en los conocimientos académicos y de inglés, así como la obligación de demostrar que disponen de suficientes recursos económicos antes de que se les garantice permiso de residencia para estudiar en Gran Bretaña.
Este documento, que lleva por nombre “Sistema de Frontera, Inmigración y Ciudadanía después de que el Reino Unido abandone la UE”, explica que los británicos tendrán prioridad a la hora de obtener un empleo. Además, se quiere obligar a los empleadores a revisar la regularidad de la residencia de sus trabajadores con la amenaza de imponer sanciones multas a las compañías que tengan empleados europeos operando de forma irregular. Las reacciones no se han hecho esperar y directores de la Confederación de la Industria Británica ya han explicado que estos planes podrían ser “catastróficos”. En el Reino Unido se estima que hay 2,2 millones de trabajadores europeos, lo que supone un 7% del total de la fuerza de trabajo. Según la Oficina Nacional de Estadísticas, los comunitarios constituyen más del 20% de la fuerza laboral al menos en 18 industrias especializadas.
En algunos sectores como por ejemplo la enfermería, hostelería y restauración, la cifra es muy elevada. El 75% de los camareros son europeos, así como el 25% de los cocineros y el 37% del personal de limpieza.
El documento explica que estas propuestas tendrán que ser aprobadas por los ministros y estarán sujetas a las negociaciones con la UE. El diario asegura que existen divisiones en el Gobierno entre los que quieren complacer al sector empresarial y los que se inclinan por un Brexit “duro” y están a favor de que se presente a los europeos este panorama tan poco amable y hostil.
Además si se ponen en marcha estas propuestas, todos los ciudadanos de la UE deberán tener un pasaporte en regla para viajar al Reino Unido. Olvídense de los Documentos Nacionales de Identidad. Además se propone un sistema de permisos de residencia biométricos para todos los comuni-
Tras la salida de la UE, los europeos lo tendrán más difícil para trabajar y estudiar en el Reino Unido
tarios que después del Brexit quieran vivir en el Reino Unido durante al menos unos meses.
Theresa May no ha querido referirse directamente a la filtración de este documento pero sí ha hablado de políticas de inmigración y ha defendido la idea de nuevos controles a los comunitarios en su primera comparecencia ante la Cámara de los Comunes después del receso de las vacaciones de verano. Preguntada por un parlamentario del Partido Nacionalista Escocés sobre si creía que la inmigración era esencial en la fortaleza de la economía del Reino Unido, May ha respondido: “Ya he dicho en muchas ocasiones que en general la inmigración ha sido buena (…) pero lo que la gente quiere ver es control de esta inmigración. Esto es lo que creo que los ciudadanos esperan como resultado de la salida de la Unión Europea”.
“Existe una razón por la queremos asegurarnos el control de la inmigración y es por el impacto que puede tener en la gente, en el acceso a los servicios y a la infraestructura”, ha indicado, aunque ha dicho que siempre habrá espacio para los que sumen y no resten. “Lo que queremos es seguir dando la bienvenida a los mejores y a los más brillantes y seguiremos haciéndolo así”, ha explicado.
May cree que los controles son necesarios para mantener el nivel de los salarios de los ciudadanos británicos. “En la actualidad podemos ejercer control en relación a aquellos que llegan a este país procedentes de países de fuera la Unión Europea”, dice. “Vamos a seguir pensando que como gobierno es importante que podamos garantizar que tenemos una inmigración que está a niveles sostenibles porque el impacto es particularmente importante en los salarios más bajos”, declaró la líder conservadora.
Las estadísticas indican que el número de inmigrantes europeos ha caído en 133.000 personas en el ultimo año. El país que más inmigrantes aporta es Polonia, con 916.000, seguido de Irlanda, Rumanía, Portugal e Italia. España se encuentra en el noveno lugar del ranking.
Para aquellos españoles con dudas de cómo les puede afectar el Brexit, el Gobierno ha puesto en marcha una ventanilla única para consultas con sede en la Embajada de España en Londres. Desde su puesta en marcha el 25 de marzo de este año, ya ha recibido 800 consultas, entre ellas referidas a residencia permanente, consecuencias fiscales de la desconexión con Europa, cobertura sanitaria, pensiones, prestaciones sociales, becas y homologación de titulos universitarios, entre otras.