Detenido un conductor que llevaba un cadáver en el maletero del coche
La policía local de Polinyà detuvo ayer a un conductor que transportaba un cadáver en el maletero de su coche. Los agentes no se imaginaban que el asunto entrañaba tal gravedad ya que, en un principio, se movilizaron persiguiendo a un hombre que se había saltado un alto y que minutos antes había protagonizado un altercado con un cuchillo en una nave industrial. Sin embargo, después de practicar la detención los agentes descubrieron que transportaba un cadáver, que resultó ser el del propietario del vehículo, escondido en el maletero y envuelto en un plástico de burbujas.
La Policía Local de Polinyà estaba sobre la pista del arrestado después de que el vigilante de seguridad de una empresa de un polígono del municipio se encontrara a esta persona, que está relacionada con la compañía, merodeando en una nave industrial. El vigilante oyó una alarma por el vertido de productos químicos y se dirigió hasta la zona desde donde provenía. Allí, encontró al individuo. Estaba empuñando un cuchillo y decía que alguien lo estaba apuntando con un láser. Inmediatamente, el responsable de la seguridad llamó al 112. Describió que el hombre estaba sudoroso e iba vestido con un mono del trabajo.
Acto seguido cuando la policía se activó y se personó en una zona cercana vieron como un conductor emprendía una huida en coche. Le dieron el alto tras percatarse de que una de las puertas del vehículo goteaba sangre, pero el conductor prosiguió la marcha saltándose las indicaciones y dirigiéndose hacia el
camí vell de Santa Perpètua de Mogoda. Aun así, la huida duró poco.
Unos metros más adelante el hombre se accidentó: el vehículo cayó por un terraplén y desembocó en uno de los campos. Allí, la policía local pudo detenerle.
El arrestado tiene 44 años y es de nacionalidad española. Al esposarlo, el hombre aseguró: “He matado a dos personas más”, un extremo que los investigadores han descartado. Uno de los policías comunicó por radio que el arrestado estaba bajo los efectos de sustancias estupefacientes y que olía a disolvente. Los investigadores con estos indicios se dirigieron hasta la nave industrial y comprobaron que también desprendía un fuerte olor a disolvente. De esta manera pudieron relacionar ambos altercados, la huida y el vertido del producto químico.
Los Mossos se hicieron cargo de la investigación y empezaron a recabar los primeros testigos, empezando por el vigilante de seguridad. El caso está bajo secreto de sumario. El arrestado está imputado por homicidio.