PARA TODOS LOS GUSTOS
Diez de cada diez.
Un grupo de mujeres, ciudadanas voluntarias de Tàrrega, vestidas de rojo, irrumpen a gritos en una plaza. Es el inicio de una performance diseñada por Valeria Piriz, con la participación de diez actrices profesionales, que pretende denunciar la violencia contra las mujeres.
Màtria.
La actriz Carla Rovira dirige un montaje basado en la memoria colectiva a partir de las cartas de un familiar fusilado en 1939 por los vencedores. Un espectáculo que interroga al espectador.
D-Construction.
La compañía Cie.Dyptik plantea un espectáculo de danza hip-hop enérgico en el que seis bailarines experimentan la liberación de la mente a través del movimiento. Una estructura metálica hace de terreno de juego, de prisión.
Ningú no va als aniversaris a l’estiu.
Los Hermanos Picahueso elaboran una dramaturgia participativa, aparentemente alocada, que avanza sobre un collage de historias y reflexiones sobre lo que somos y lo que queremos llegar a ser.
Bologna: Pasolini.
La compañía de danza La Veronal propone un espectáculo basado en la recreación del espacio del crimen que costó la vida al
director de cine Pier Paolo Pasolini. Espectáculo duro, que ha de seguirse de pie con auriculares.
Udul.
Los Galindos desarrollan un trabajo circense que se define como visceral en el que los personajes buscan desencallar situaciones absurdas que les impiden seguir viviendo. Hilarante en grado sumo.
Hamlet (entre todos).
La compañía Los Números Imaginarios se atreve con un Hamlet colectivo en el que los espectadores serán actores: los hombres adultos serán el rey Claudio, tío del príncipe danés, las mujeres adultas, la reina Gertrudis, los hombres jóvenes interpretarán a Horacio y las mujeres jóvenes se pondrán en la piel de Ofelia.
Nafrat, el viatge de la vergonya.
Nafrat Co. desarrolla una historia dramáticamente actual, el drama de los refugiados que viajan a través de Europa a merced de redes criminales que los explotan.
Breaking Point.
El circo Weibel Weibel Co propone un espectáculo a partir del equilibrio en la cuerda floja. Sin trucos y jugando con elementos como el papel, el hilo de pescar, el agua o el fuego, la expectativa y la tensión dramática están garantizadas.