Nadal alcanza la semifinal soñada
Desde que salieron los cuadros del último Grand Slam del año, todo el mundo esperaba ver la semifinal Rafael Nadal-Roger Federer. Los dos históricos nunca se han enfrentado en Nueva York y el público estaba ansioso de poder disfrutar de uno de estos clásicos. De momento, gracias a su triunfo ante Andrey Rublev, Rafa Nadal ya está clasificado para las semifinales del grande estadounidense. Ahora deberá esperar a que su legendario rival pueda hacer lo mismo, aunque el escollo que el suizo debe superar es, sobre el papel, bastante más complicado: Juan Martín Del Potro.
“Seguramente, a la hora de ese partido, estaré cenando –bromeaba el mallorquín al terminar su encuentro–. Ya saben que en España cenamos tarde, y el partido es el segundo de la sesión nocturna. Pero, naturalmente, es un partido que quiero ver”.
Nadal comentaba lo excepcional de que el US Open no haya sido testigo de uno de sus duelos. “Es un poco extraño que no hayamos jugado aquí, porque hemos jugado en todas partes –comentaba–. Sería bonito, aunque no sería tan especial como jugar en una final y este año no ha podido ser. Pero no se preocupen, que Roger y yo volveremos el año que viene para que eso pase”, decía sonriente.
Nadal, que liquidó a su rival en una hora y 37 minutos, se mostraba muy satisfecho con su forma y con su juego. “Ha sido un buen partido. Para Andrey, éstos eran sus primeros cuartos de final de un Grand Slam y cometió más errores de lo normal. Pero para mí es un partido importante, porque significa que estoy de nuevo en semifinales aquí en Nueva York”.
Como la lluvia volvió a hacer aparición en las pistas de Flushing Meadows, el partido se jugó indoor. “Con el techo cerrado, la pista es más rápida –había dicho Rafa–. Pero ya no me va a coger por sorpresa, porque he jugado así dos partidos”.
El joven ruso reconoció la superioridad del número uno, con quien no se había medido nunca. “Me ha dado una lección –dijo Rublev–. Eso me demuestra lo mucho que me queda por aprender. Estoy muy lejos de ellos. Sólo empecé a servir bien en el tercer set. Me sentí muy presionado”.
Entre el mallorquín y su contrincante había 12 años de diferencia. Rublev, que entrena en Gavà bajo la dirección de Fernando Vicente, mencionaba a Nadal como su ídolo de infancia. “Me pasaba a mí cuando jugaba contra jugadores que veía y admiraba por la tele. Es lo malo de hacerse mayor –admitía con humor el favorito del torneo–. Pero es bueno que haya jugadores jóvenes subiendo, como Andrey, y le deseo lo mejor para su carrera”.
PARTIDO INÉDITO EN EL US OPEN
Federer debe superar a Del Potro para que se produzca el deseado cruce con el mallorquín