La Vanguardia

Libro de Hillary Clinton

Hillary Clinton enumera en un libro una larga lista de culpables de su derrota electoral frente a Donald Trump

- INTERNACIO­NAL

La que fuera candidata a la presidenci­a de los EE.UU. publica What happened , una obra en la que enumera una larga lista de culpables de su derrota electoral frente al presidente Donald Trump.

La excandidat­a cree que Comey, Sanders, Putin y ‘The New York Times’ fueron artífices de su fracaso “Clinton perdió ante el candidato más impopular de la historia de este país”, replica Sanders

No siempre es inútil llorar sobre la leche derramada. Lamerse las heridas de su derrota electoral en forma de libro le va a reportar varios millones de dólares a Hillary Clinton, que publica este martes que viene What happened (Lo que pasó) (Simon & Schuster , 512pp), su versión de la derrota política menos prevista de la historia, en la que primero asume genéricame­nte su responsabi­lidad en el fracaso más estrepitos­o que recuerdan los demócratas y a continuaci­ón reparte culpas a diestro y siniestro sin dejar títere con cabeza.

De acuerdo con su relato, la lista de culpables de su derrota es bastante larga: James Comey, el ex jefe del FBI; Bernie Sanders, el rival que tanto le hizo sudar en las primarias; el propio Barack Obama, pese a que le llenaba los mítines; por supuesto el líder ruso Vladimir Putin, que le envió a sus hackers; Julian Assange, el jefe de Wikileaks, que con sus filtracion­es le llevó durante toda la campaña por el camino de la amargura; el New York

Times, pese a que pidió el voto para ella; y en general el machismo y la misoginia de la sociedad americana que, en su opinión, se ensañó con ella por su condición de mujer.

“Repaso mis propias deficienci­as y los errores que cometimos y asumo la responsabi­lidad de todos ellos. Quizá fallaron los datos, el mensaje o cualquier otra cosa, pero yo era la candidata, fue mi campaña y esas fueron mis decisiones”, señala en el libro, pero, en el fondo, la máxima autocrític­a que hace Clinton es haber hecho demasiado caso de las personas de su entorno.

Desde el mismo día en que perdió las elecciones, Clinton señaló a James Comey, el jefe del FBI, artífice de su derrota por haberla ridiculiza­do primero y reabrir después, una semana antes de las elecciones, la investigac­ión del escándalo de los e-mails. Ahora se arrepiente de no haberse enfrentado a él desde el principio: “Mi primera intención fue que mi equipo respondier­a y denunciara que Comey había vulnerado los límites de su competenci­a”. Pero, según dice, sus asesores le convencier­on de que debía evitar la polémica. “Mirando hacia atrás, eso fue un error”, opina.

Lo que está generando mayor polémica del testimonio de Clinton son los ataques a Bernie Sanders, su rival en las primarias. Numerosos demócratas le reprochan que reabra las heridas cuando la prioridad es restablece­r la unidad del partido de cara a las legislativ­as del 2018 cuando los demócratas se enfrentan al reto de recuperar el control de la Cámara de Representa­ntes. “Los ataques [de Sanders] causaron daños duraderos, pusieron muy difícil reconcilia­r a los progresist­as en la campaña general y allanaron el camino a la campaña de Trump con la consigna la turbia

Hillary”. No se lo perdona Clinton a su rival, de quien recuerda que no milita en el Partido Demócrata: “No se metió en la carrera para asegurarse que un demócrata ganara la Casa Blanca, entró para desbaratar el Partido”.

El propio Sanders no ha tardado en responder y lo ha hecho con la lengua no menos afilada: “Mira, ya sabes –le dijo a Stephen Colbert en la CBS–, Clinton se enfrentó al candidato más impopular en la historia de este país y perdió y está muy molesta por eso y lo entiendo”.

Dolida está también Clinton con Obama precisamen­te porque “el presidente me instó a apretar los dientes y evitar a Bernie. Lo hice tanto como pude, pero me sentí como si estuviera dentro de una camisa de fuerza”. Y también reprocha a Obama que no denunciara con antelación al 8 de noviembre la injerencia rusa a favor de Trump si ya la tenían comprobada. Clinton se muestra convencida de que Vladimir Putin ha llevado a cabo una “venganza personal” y admite que “nunca imaginé que tendría la audacia de lanzar un ataque encubierto masivo contra nuestra democracia, delante de nuestras narices, y que se saliera con la suya”.

Del The New York Times no se queja de los editoriale­s a su favor, claro, pero está convencida de que “la historia reconocerá que esa cobertura afectó al resultado de la elección y si no lo digo, reviento”.

Ocurre a menudo que líderes políticos tan pagados de sí mismos llegan a conclusion­es que recuerdan al despotismo ilustrado. Los estadounid­enses, según Clinton, no supieron ver que ella era mejor que Trump: “Presenté un programa con políticas bien pensadas y coalicione­s cuidadosam­ente construi- das, mientras que Trump protagoniz­aba un reality show que alimentaba hábil e implacable­mente la ira y el resentimie­nto... yo daba discursos sobre cómo resolver los problemas del país mientras él gesticulab­a en Twitter”.

Lo que lamenta de ello es que su campaña no fue capaz de transmitir un eslogan que tuviera fuerza como el Make America great again, (Hagamos grande a Estados Unidos de nuevo) que Trump repetía en cada mitin. Eso y que Clinton no encontró en su equipo la pasión que empujó a su marido Bill a la Casa Blanca en 1992. ¿Quizá porque era mujer? “El sexismo y la misoginia jugaron un papel en las elecciones presidenci­ales de 2016. La prueba es que el candidato sexista más flagrante ganó”.

Donald Trump registra la mayor impopulari­dad de un presidente en su primer año de mandato, pero esta semana The Wall Street Journal publicó un sondeo en el que sólo el 30% expresaban un sentimient­o positivo respecto a Hillary Clinton. ¡Seis puntos menos que Trump! Con razón se pregunta la excandidat­a demócrata: “¿Por qué atraigo tanta furia contra mí?”. Que también podría traducirse por ¿Qué he hecho yo para merecer esto?.

 ?? RICK T. WILKING / AP ?? Una campaña de alto voltaje. La entonces candidata demócrata, Hillary Clinton, hablando durante el segundo debate presidenci­al con Donald Trump en Saint Louis, Misuri, el 9 de octubre del 2016
RICK T. WILKING / AP Una campaña de alto voltaje. La entonces candidata demócrata, Hillary Clinton, hablando durante el segundo debate presidenci­al con Donald Trump en Saint Louis, Misuri, el 9 de octubre del 2016
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain