La UE y las tecnológicas
España, Francia, Alemania e Italia presionan a la UE
Los gobiernos de España, Francia, Alemania e Italia quieren que los gigantes tecnológicos de Estados Unidos –Google, Apple, Facebook, Amazon– paguen impuestos en el país donde registran las ventas.
Los gobiernos de España, Francia, Alemania e Italia quieren que los gigantes tecnológicos de Estados Unidos –Google, Apple, Facebook, Amazon– paguen impuestos en el país donde registran las ventas en lugar de hacerlo en paraísos fiscales europeos como Irlanda o Luxemburgo donde tienen radicada su matriz y tributan en base a los beneficios de su actividad en Europa.
En una carta conjunta firmada por el ministro de Economía español, Luis de Guindos, el francés Bruno Le Maire, el alemán Wolfgang Schaeuble y el italiano Pier-Carlo Padoan, estos cuatro estados urgen a la presidencia de la Unión Europea, así como a la Comisión Europea, a crear “un impuesto de equiparación” que grave las ventas registradas en cada país al nivel que lo hace el impuesto de sociedades.
“Los montos recaudados tendrían como objetivo reflejar parte de lo que estas empresas deberían estar pagando como impuestos corporativos”, dijeron los ministros en la carta, a la cual ha tenido acceso la agencia Reuters y que añadía que los Estados “no deberíamos seguir aceptando que estas empresas hagan negocios en Europa mientras pagan porciones de impuestos mínimas a nuestras haciendas”.
Estas grandes tecnológicas estadounidenses suelen pagar sus impuestos en base a los beneficios consolidados que registra su matriz en la Unión Europea, que normalmente se encuentra radicada en países de baja fiscalidad como Irlanda o Luxemburgo, en lugar de hacerlo de forma segregada en cada país donde operan.
De Guindos, Le Maire, Schaeuble y Padoan dijeron que quieren presentar su propuesta a sus homólogos de la Unión Europea en una reunión los próximos 15 y 16 de septiembre en Tallin, la capital del país que actualmente preside la Unión.
De hecho, la actual presidencia de Estonia ha programado un debate sobre el concepto de “establecimiento permanente” con el objetivo de revisarlo y de este modo, permitir a los países gravar allí donde estas grandes empresas crean valor y no solamente donde se ubica su residencia fiscal.
Francia está liderando la iniciativa y ha encontrado apoyo en otros países también frustrados por los bajos impuestos que reciben con la actual normativa internacional.
De hecho, este país ha aumentado la presión para modificar las normas fiscales europeas después de varios reveses legales en casa. El último fue el pasado julio, cuando un tribunal francés falló que Google no tenía que pagar 1.100 millones de euros en impuestos diferidos. Sin embargo, la Unión Europea no tiene competencias en materia fiscal con lo que tendrá que encontrar otros mecanismos o bien cambiar la legislación comunitaria si quiere cumplir la petición de estos estados.
Los estados quieren un impuesto que grave las ventas que registran las empresas en cada país