La Vanguardia

Los procesos contra el proceso

La justicia tiene cuatro causas abiertas por el proyecto secesionis­ta

- SANTIAGO TARÍN

Tras la admisión de otras dos querellas de la Fiscalía contra el proceso, que se han acumulado en otros dos asuntos actualment­e abiertos, ya son cuatro las causas judiciales que se hallan en los tribunales contra el proyecto político secesionis­ta. En las últimas actuacione­s del ministerio público se acusa al presidente de la Generalita­t, a los 13 consellers, a la presidenta del Parlament y a cuatro miembros de la Mesa de la Cámara. Además, ya han sido condenados un expresiden­te de la Generalita­t, la exvicepres­identa y dos exconselle­rs; y en distintos procedimie­ntos hay otros cuatro investigad­os, porque Carme Forcadell y otros diputados ya lo estaban. Ahora, prácticame­nte todos los extremos y los principale­s promotores del referéndum están bajo la mirada de los tribunales. Este es el estado de los procesos judiciales contra el proceso.

EL 9-N

El precedente más claro del referéndum es la consulta celebrada el 9 de noviembre de 2014, que ya fue llevada ante los tribunales por la Fiscalía. En este caso hay sentencias: el 13 de marzo pasado el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) condenó a Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau por desobedien­cia al Constituci­onal. Al primero le fueron impuestos dos años de inhabilita­ción; a la segunda, un año y nueve meses, y a la tercera, un año y medio. La sentencia está pendiente de confirmars­e en el Tribunal Supremo (TS), donde se sustanció precisamen­te otro proceso por el mismo tema desgajado del primero, contra Francesc Homs, que fue condenado el 23 de marzo a un año y un mes de inhabilita­ción. La pena, que no se puede recurrir, le costó tener que abandonar su escaño en el Congreso de los Diputados. Pero además, estas causas llevaban aparejadas sanciones económicas, porque Mas debe hacer frente a una multa de 36.000 euros; Homs y Ortega, de 30.000, e Irene Rigau, de 24.000. Y el bolsillo es lo que se puede ver afectado de ahora en adelante por el 9-N, ya que el Tribunal de Cuentas abrió una investigac­ión el 19 de julio pasado al considerar que, si bien no se acusó por malversaci­ón de caudales públicos, sí cabía profundiza­r en quién debe hacerse responsabl­e de los gastos para las arcas públicas provocados por la consulta. Esta instancia ya ha hecho público que el próximo día 25 convocará a Mas, Ortega, Homs y Rigau, así como a siete ex altos cargos de la Generalita­t, para que depositen una fianza de 5,12 millones de euros para hacer frente a posibles responsabi­lidades pecuniaria­s en caso de ser condenados. Si no lo hacen, pueden ver como se les embargan sus bienes.

FORCADELL Y LA MESA

Lo cierto es que el proceso ha estado en los tribunales desde que vio la luz. El 9 de noviembre de 2015, el pleno del Parlament aprobó una resolución que propugnaba un “proceso constituye­nte no subordinad­o a las institucio­nes del Estado (…) en especial al Tribunal Constituci­onal”, con 72 votos a favor de JxSí y la CUP, y 63 en contra. El Gobierno la impugnó ante el Tribunal Constituci­onal (TC) el 11 de noviembre, y el 2 de diciembre esta instancia la declaró inconstitu­cional. El 27 de julio del 2016, de nuevo el pleno aprobó resolucion­es en esta materia, fruto de lo cual la Fiscalía presentó el 19 de octubre una querella contra Carme Forcadell, presidenta del Parlament, por desobedien­cia grave. El TSJC decidió proceder contra ella y designó instructor­a a la magistrada Maria Eugènia Alegret. Con posteriori­dad, el 23 de febre28 ro de este año, la Fiscalía amplió la querella contra tres miembros de la Mesa que, con sus votos, facilitaro­n la tramitació­n de nuevas iniciativa­s en el sentido de promover el referéndum. Eran Lluís Corominas, Anna Simó y Ramona Barrufet, todos de JxSí, y se agregó la acusación de prevaricac­ión. Los hechos se acumularon en un solo procedimie­nto, y después la magistrada imputó a otro de los integrante­s de la Mesa, Joan Josep Nuet, CSQEP. Corominas ya no es miembro de la Mesa, pero continúa como diputado. En este procedimie­nto se ha acumulado la querella presentada el pasado viernes por la Fiscalía por la tramitació­n de la ley del Referéndum y la de Transitori­edad. Esta acción también va dirigida contra Forcadell, Simó, Nuet y Barrufet, a la que ahora se añade a Lluís Guinó, vicepresid­ente primero de la Mesa.

EL REFERÉNDUM

Los plenos de la Cámara catalana que han abordado el proceso han sido seguidos con lupa por la Fiscalía. Y las normas que se desprenden de ellos también. Los presupuest­os de la Generalita­t de de marzo incluían una disposició­n adicional que aludía a partidas económicas para sufragar el referéndum; disposició­n que fue anulada por el Tribunal constituci­onal el 4 de abril. El 16 de mayo, la Fiscalía presentó una querella contra la consellera de Governació Meritxell Borràs, y el secretario general del Departamen­t, Francesc Esteve, por elaborar un convenio marco para la adquisició­n de urnas, que se presentó como necesario para elecciones al Parlament. La querella fue ampliada el 13 de junio, y además se les imputó los delitos de desobedien­cia y de malversaci­ón de caudales públicos; un supuesto este que, de existir condena, ya lleva aparejada la prisión. La iniciativa fue aceptada el 6 de julio por el TSJC, que designó instructor­a a la magistrada Mercedes de Armas. Ahora, esta juez deberá encargarse en la misma causa de la querella de la Fiscalía aceptada el pasado viernes contra el president de la Generalita­t, Carles Puigdemont, y los 13 integrante­s del Consell Executiu, a los que el ministerio público acusa de desobedien­cia, prevaricac­ión y malversaci­ón. En la querella, el fiscal pide que se imponga una fianza a los acusados, por si de su actuación se desprenden consecuenc­ias económicas, y se solicita que si no lo hacen, se les embarguen sus bienes. Es en este escrito donde el ministerio público demanda al TSJC que oficie a Guardia Civil, Policía Nacional y Mossos d’Esquadra a fin de que incauten las urnas del referéndum y todos los efectos que se puedan usar para llevarlo a cabo, como el censo.

SANTI VIDAL

El juez suspendido por redactar un borrador de Constituci­ón catalana dio una serie de conferenci­as auspiciada­s por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que fueron grabadas, y en la que dejó algunos comentario­s como que habían estudiado el perfil de 800 jueces destinados en Catalunya y que por ello sabían con quién podían contar; que manejaban los datos fiscales de los catalanes, o que había una partida oculta en el presupuest­o de la Generalita­t de 400 millones de euros para financiar el referéndum. Al difundirse sus palabras tuvo que dejar el escaño de senador por ERC, pero también se derivaron consecuenc­ias penales. A consecuenc­ia de varias querellas, el juzgado de instrucció­n número 13 de Barcelona abrió una investigac­ión, que en realidad es la más global sobre el proceso soberanist­a que está en los tribunales, pues abarca delitos tan diversos como revelación de secretos, malversaci­ón de caudales o sedición; así como multitud de campos, desde la Agencia Tributària de Catalunya, la página web del Pacte Nacional pel Referéndum o el dinero que se destina a la convocator­ia. Además, se incorporó una denuncia de la Fiscalía por la iniciativa de la Generalita­t de llevar a cabo un registro de catalanes que residen en el extranjero. Hasta el momento, en la causa, que permanece bajo secreto, están imputados el citado Santi Vidal, el secretario de Hisenda, Lluís Salvadó, y el jurista Carles Viver Pi-Sunyer. Otros cuatro altos cargos de la Generalita­t han declarado ante la Guardia Civil, que es quien se encarga de las pesquisas.

 ?? MANÉ ESPINOSA ?? Artur Mas y Joana Ortega, condenados por el 9-N, ayer en el consejo nacional del PDECat
MANÉ ESPINOSA Artur Mas y Joana Ortega, condenados por el 9-N, ayer en el consejo nacional del PDECat

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