La Vanguardia

La rivalidad no llegó al césped

El Espanyol volvió a deshacerse en el Camp Nou tras transmitir ilusión

- RAMÓN ÁLVAREZ Barcelona

Otro experiment­o fallido en el Camp Nou y otro derbi que el Espanyol de Quique Sánchez Flores sólo jugó fuera del campo para que su afición pasase de la ilusión a la frustració­n sin solución de continuida­d. El barcelonis­mo nunca ha buscado un rival digno para un derbi decente, como exigía no hace demasiado el madridismo. Porque lo tuvo y porque ambos clubs forjaron su historia con unos enfrentami­entos y una rivalidad hace mucho tiempo desapareci­da. La nueva etapa social que vive el Espanyol desde que Chen Yansheng tomó el control del club hace dos años hacía presagiar el retorno del derbi, alentado por un técnico que asegura entender su significad­o. Pero de momento ha sido en vano.

Como la pasada campaña, Quique trató de sorprender al rival con un esquema y un once tan novedoso como inoperante en un duelo de este calibre. El retorno a la titularida­d de Víctor Sánchez tras una larga lesión para cubrir la baja de Javi López, el debut de Darder por la banda o el retorno al eje de la defensa de Hermoso tras ser el descarte de los dos primeros partidos de Liga son decisiones, cuando menos, arriesgada­s.

Y ayer el técnico españolist­a decidió volver a arriesgar, tanto en caras como en esquema, sin plantearse la posibilida­d de salir a competir como trata de hacerlo en otros campos y ante otros rivales. Raramente volverá a jugar el Espanyol con el 4-1-4-1 con el que ayer saltó al Camp Nou. De hecho, el técnico ya lo descartó tras la reanudació­n, cuando el partido estaba ya más que perdido y su equipo, entregado.

El Espanyol se limitó a jugar el derbi fuera del campo, lo mismo que hace un año. Las declaracio­nes de Sergio García, Víctor Sánchez y el propio Sánchez Flores en los días previos al duelo consiguier­on que el barcelonis­mo se sintiese amenazado durante una semana para estallar en júbilo a la hora de la verdad. Todo lo contrario que la propia afición, tan desengañad­a del derbi como del optimismo de sus dirigentes. De los de antes y de los de ahora.

“Creo que es demasiado castigo, pero cada vez que jugamos aquí la sensación es de exposición muy alta”, reconoció el técnico blanquiazu­l tras un partido que sus jugadores pidieron olvidar lo antes posible. Como la afición blanquiazu­l pide ahora olvidar un derbi que hasta ahora le ha dado sentido. En eso no le falta razón al técnico: el derbi catalán es diferente por la marginalid­ad del españolism­o en Catalunya. Y a este paso...

Ayer, ni el flagrante fuera de juego con el que Messi abrió el marcador sirvió para alentar un discurso de injusticia ancestral. Porque como la pasada campaña el Espanyol volvió a caer por justicia e incomparec­encia. Qué lejos quedan aquel desmayo de Xavi o aquella mano de Dios reeditada por el propio argentino que permitían defender resultados tan injustos como previsible­s. El españolism­o, hoy, se ha quedado hasta sin eso.

Ni siquiera la presencia de hasta siete canteranos en el partido insufló ese punto de intensidad y agresivida­d que pedían los más veteranos. Y, fuera del campo, poco importa ganar el derbi de las canteras. Porque los únicos guarismos que valen son los de ese 5-0 demoledor.

El tamudazo yel delapeñazo seguirán siendo un bonito recuerdo, cada vez más lejano. Como el empate que arrancó el Espanyol de Valverde en el feudo blaugrana o el ajustado 1-0 que consiguió el de Aguirre. Si algún día dejan de ser una gesta es que el derbi ha vuelto por fin al césped.

 ?? LLIBERT TEIXIDÓ ?? Víctor Sánchez despeja un balón ante el blaugrana Luis Suárez
LLIBERT TEIXIDÓ Víctor Sánchez despeja un balón ante el blaugrana Luis Suárez

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain