Sánchez e Iglesias se disputan la alternativa en Catalunya
El líder del PSOE impulsa “el primer gran acuerdo para sentar las bases que permitan resolver la crisis territorial”
Aún sin saber qué ocurrirá finalmente el 1-O, pues nadie tiene una bola de cristal, veteranos dirigentes socialistas anticipan dos predicciones: “Ni el Gobierno va a ganar por goleada, ni Catalunya va a ser independiente”. Así pues, piensan que lo fundamental será gestionar el día después. “Habrá que sentarse a hablar”, confían. Y, ante las posiciones irreconciliables que mantienen el Gobierno de España y el Govern de la Generalitat, aseguran que los socialistas “somos los únicos que podemos facilitar o impulsar ese diálogo”.
Ese es el papel que quiere desempeñar el líder del PSOE, Pedro Sánchez, como eje vertebrador del diálogo. Y ese es el objetivo de la comisión parlamentaria que el pasado jueves solicitaron constituir en el registro del Congreso de los Diputados la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, y la portavoz del PSC en la Cámara Baja, Meritxell Batet, como foro para intentar resolver las diferencias. Con una convicción: “Catalunya seguirá siendo España, antes y después del 1-O”, según proclama Sánchez. Por tanto, habrá que dialogar y negociar en busca de soluciones políticas.
El propio líder del PSOE explica la gran relevancia que, en su opinión, puede tener esta comisión
parlamentaria. “Lo importante, a mi juicio, es reconocer institucionalmente en primer lugar que existe una crisis territorial a resolver”, asegura Sánchez a La Vanguardia. “Y en segundo lugar –añade–, será el primer gran acuerdo parlamentario para sentar las bases que permitan resolverlo”.
Hasta el nombre del foro de diálogo solicitado por el PSOE en el Congreso está medido al milímetro para evitar suspicacias previas y recabar el mayor apoyo posible del resto de los grupos parlamentarios. Se denomina, así, comisión no permanente para la Evaluación y la Modernización del Estado Autonómico. Una iniciativa y una denominación, por tanto, muy similares a las que ya intentó sacar adelante el antecesor de Sánchez al frente del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que en enero del 2014 propuso al entonces presidente del Congreso, Jesús Posada, la creación de “un órgano parlamentario para el diálogo sobre la renovación del modelo territorial”.
La propuesta de Rubalcaba, consensuada con el entonces primer secretario del PSC, Pere Navarro, encontró la buena disposición de Posada para intentar buscar soluciones y una tercera vía entre la recentralización territorial que el PSOE achacaba al Gobierno de Mariano Rajoy y el auge independentista que atribuía al entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas. La iniciativa, no obstante, no tuvo el respaldo de Rajoy ni de casi nadie del Partido Popular, y quedó enterrada. Pero desde entonces el conflicto político entre Catalunya y España no ha hecho más que empeorar.
La sorpresa es que cuando Sánchez le planteó su propuesta de constituir la citada comisión parlamentaria a Rajoy el pasado lunes, tras haberle tanteado ya en agosto al respecto, el presidente del Gobierno, esta vez sí, dejó la puerta abierta. Y el líder del PSOE –de común acuerdo con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta– no está dispuesto a dejar pasar esta oportunidad. “¡Hace seis meses era impensable esta comisión!”, celebran otros dirigentes de la cúpula del PSOE.
Así que Sánchez se ha puesto manos a la obra para que se pueda constituir dicha comisión, si no antes del 1-O como le hubiera gustado, sí al menos después de la fecha en la que Carles Puigdemont tiene convocado un referéndum de autodeterminación en Catalunya. Por lo pronto, el líder del PSOE asegura contar ya con el apoyo del PP, del PDECat, y los nacionalistas vascos, a su juicio, “la ven bien”. ERC, no obstante, no quiere ni oír hablar de la cuestión. Y queda también pendiente del consenso Ciudadanos, ya que su presidente, Albert Rivera, la consideró como una simple “frivolidad” ante la gravedad del “golpe a la democracia” perpetrado a su juicio en el Parlament. “Aunque salir, saldrá adelante porque hay mayoría”, zanja Sánchez, dispuesto a tender un puente al diálogo.