AJEDREZ
BLANCAS JUEGAN Y GANAN
El rey negro debe sentirse muy incómodo por la presencia del alfil enemigo en h2, que como un francotirador, apunta a casillas claves del enroque. La situación de los caballo negros en primera fila tampoco invita al optimismo, y efectivamente, en la partida Bronstein, D. – Medina, A. (Göteborg, 1955), el gran jugador soviético David Bronstein halló un sencillo modo de imponer su ventaja estratégica.