La Vanguardia

España se deshace de Turquía y ya está en cuartos de final

La puntería de Rubio sentencia un duelo de desgaste y la selección se mete en cuartos

- JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ

En un partido complicado de masticar, mucho más de lo que indica el marcador, la selección española impuso su temple. En un decorado difícil de pilotar el equipo de Scariolo se mantuvo firme y se llevó una batalla de desgaste en la que siempre fue ganando gracias a sus distintos caudales de talento. Ante cada arreón de Turquía, mucho más voluntario­sa que clarividen­te, respondió España con canastas de aquellas que dejan al contrario tambaleand­o. Como un triple de Sergio Rodríguez para cerrar el tercer cuarto o dos de Ricky Rubio para sentenciar el partido en el último. El base catalán logró 12 de sus 15 puntos en el tramo definitivo para probar cómo ha cambiado su mentalidad. Ahora es un jugador mucho más seguro. Ricky, el Chacho y pinceladas de Navarro y de Juancho Hernangóme­z resultaron capitales para desatascar el ataque de España, puesto que en la pintura los turcos plantearon una emboscada a los Gasol, que pese a ello aportaron lo suyo.

Demasiados flancos que cubrir para un anfitrión limitado. Así lo entendió el público turco, que despidió a su equipo con una ovación…por haberlo intentado. España se jugará mañana un puesto en semifinale­s ante Alemania.

El primer cuarto del equipo español resultó de manual. Había pedido Scariolo que sus hombres no perdieran balones y no cometieron ni un solo error en ese capítulo en el periodo inicial. Una fase que se abrió con un triple majestuoso de Rubio, que enfrió por unos instantes al público turco. Tanto el respetable como sus compatriot­as actuaban sobre todo con corazón. Un ímpetu que les provocaba equivocaci­ones en la toma de decisiones. Ante cada fallo de Turquía respondía la selección con una jugada de cirujano. Ahora un robo de Ricky y contraataq­ue de Navarro. Ahora un reverso de Marc Gasol. Ahora otro triple, de Sergio Rodríguez. Acciones que hacían que España siempre tuviera la delantera. Como guinda un rebote ofensivo con canasta de Pierre Oriola que dejaba el marcador en 19-10 al final del primer cuarto.

El momento de inspiració­n se prolongó a continuaci­ón, cuando Pau Gasol logró sus primeras canastas y con un triple ampliaba la diferencia a los doce (24-12). A Turquía, pese al apoyo del pabellón, se le abrían demasiadas vías de agua y no encontraba a su líder, Osman. Necesitaba algo, más allá de la pasión, para competir y lo encontró en la muñeca de Korkmaz que, con sus 10 puntos en este cuarto, conectó al partido a su equipo. Entre eso y unos minutos de desconcier­to español el resultado se estrechó, provocando el delirio ambiental.

Los contactos se multiplica­ban bajo los aros, donde empezaba a repartirse cera. Era la única manera que tenía Turquía de igualar el juego interior y de pugnar por los rebotes (una lucha que terminó en empate). Con una canasta de Osman, sus primeros puntos, los turcos se colocaron a cuatro (29-25). Había que tener la mano firme. No le tembló a Navarro ni a Sergio Rodríguez, que oxigenaron a España camino de los vestuarios (33-25).

Quedaba tela que cortar. Al menor titubeo los turcos se podían montar en la chepa. Lo demostraro­n dificultan­do el ataque español, que se cortocircu­itaba, que no podía conectar con regularida­d con sus pívots y que vivía de la veteranía de clásicos como Navarro y de un certero Sergio Rodríguez, capaz de clavar un triple sobre la bocina del tercer cuarto. Turquía estaba achuchando y con dos contraataq­ues se había situado a tres. El susto para el favorito no fue a mayores.

Seguía mandando España pero todo estaba abierto con vistas al último periodo. Un escenario que requería de sabiduría y también de frescura, como la de Juancho Hernangóme­z y Ricky Rubio. Cinco puntos del primero elevaban la renta a once y ocho del segundo daban serenidad a su equipo y devolvían la máxima diferencia hasta ese momento (64-52) después de que Korkmaz hubiera reaparecid­o con su puntería. Ahí se terminó la resistenci­a turca. Ahí se quedó callado (o casi) el pabellón. Ahí quedaba claro que la selección estaría en cuartos.

DE PRINCIPIO A FIN El equipo de Scariolo siempre fue por delante contra un conjunto turco todo corazón

UNA BATALLA MUY PELEADA

Turquía le planteó una emboscada a los Gasol bajo los aros pero España supo encontrar oro fuera

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JUAN CARLOS HIDALGO / EFE Ricky Rubio, que anotó tres triples ante Turquía, se lanza al ataque
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LA VANGUARDIA
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