El tercer doblete
Sólo Anquetil (1963) e Hinault (1978) habían ganado a la Vuelta y el Tour
En 1963, Jacques Anquetil, mr. Cronómetro, ya había ganado tres veces el Tour. Una invitación de última hora hizo que el 1 de mayo se presentara en Gijón para disputar la Vuelta más corta de la historia: sólo quince etapas. Anquetil se impuso en el segundo sector del primer día, una contrarreloj de 52km de Mieres a Gijón, y no dejó el maillot de líder hasta el final, a pesar de los intentos de Pérez Francés por ponerlo en dificultades y una sensacional victoria del catalán Miquel Pacheco en la cronometrada de Sitges a Tarragona. Con la Vuelta en el bolsillo, Anquetil redondeó el doblete que ahora acaba de reeditar Chris Froome al imponerse también en el Tour, en una edición que vio al normando ganador de 4 etapas (dos en contrarreloj) y un podio final donde lo acompañaban Bahamontes y Pérez Francés.
El siguiente ciclista capaz de llevarse la Vuelta y el Tour el mismo año fue Bernard Hinault (1978). El tejón se impuso en una Vuelta marcada por los graves incidentes finales. Hinault se vistió de líder también el primer día y también en Gijón, como Anquetil, después de imponerse en una contrarreloj corta de 8,6km. El maillot pasó a manos del belga Van den Haute e Hinault lo recuperó en La Tossa de Montbui, antes de la última semana, para mantenerlo hasta el final. Y qué final, porque la última etapa, en dos sectores, acabó mal. La inestabilidad política en el País Vasco y la campaña de atentados de ETA encontraron en la Vuelta un vehículo publicitario. La carrera lo pagó bien caro. De Amurrio a San Sebastián, el pelotón se encontró la ruta bloqueada por piedras, clavos y tablones de madera. Trasladaron a los ciclistas en autocar de Durango a Zarautz y se disputaron sólo los últimos 34km. Quedaba un segundo sector contrarreloj en San Sebastián que colgaba de un hilo por las amenazas. Muchos corredores fueron agredidos (les lanzaban tierra y otros objetos) y tuvieron que bajar de la bicicleta. Los resultados se anularon y los organizadores tradicionales de la Vuelta, el diario El Correo Español-El Pueblo Vasco, abandonaron. Si la Vuelta se pudo disputar un año más tarde fue por la insistencia del presidente de la Federación Española, Lluís Puig, y por la aparición de un nuevo organizador: Unipublic. Pero la Vuelta tardó mucho antes de normalizar su relación con el País Vasco. De hecho ni pasó por San Sebastián hasta 2016. Aquel 1978, una vez ganada la Vuelta, Hinault consiguió meses después su primer Tour, por delante de Zoetemelk y Agostinho. Era el segundo doblete Vuelta-Tour, que justo ahora ya tiene un tercer propietario.