Asesinada en Afganistán una cooperante española
Un paciente dispara a Lorena Enebral, fisioterapeuta de la Cruz Roja
El perfil de Lorena Enebral en LinkedIn estaba incompleto: faltaba su puesto en Afganistán y, entre los idiomas, sus conocimientos de dari, la variante afgana del persa. Enebral se había esforzado desde que llegó al país, en mayo del 2016, por aprender la lengua de sus pacientes para, así, estar más cerca de ellos. La mañana de ayer, uno de esos pacientes, Muhammad Naseem, de 21 años, le disparó mortalmente nada más entrar en la consulta.
Enebral, segoviana de 38 años, era fisioterapeuta y trabajaba en el centro ortopédico del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Mazar-i-Sharif, al norte del país. El paciente y su acompañante, ambos en silla de ruedas, fueron detenidos inmediatamente por los guardias de seguridad que custodiaban el centro. El agresor había escondido el arma en su silla de ruedas. Al ser un paciente habitual (recibía atención médica desde los 3 años) no fue sometido a ningún control.
“Disparó a la trabajadora española una única bala y el atacante fue detenido inmediatamente por los guardias de seguridad del centro antes de que pudiese disparar una segunda bala o dañar a alguien más”, explicó el jefe de Seguridad de la policía de la provincia de Balj, Abdul Razaq Yaqubi. Herida, fue trasladada al hospital de la base militar de la OTAN en Camp Marmal, donde falleció.
Ni la policía ni los compañeros de Enebral en la Cruz Roja tienen idea de las motivaciones del agresor. “Era una persona maravillosa; no era sólo mi colega, era mi amiga. Tenía una actitud positiva ante la vida y su sonrisa... ¡qué sonrisa!”, declaraba Thomas Glass, portavoz del CICR a La Vanguardia desde Kabul. Glass recordaba ayer que era muy cercana y cómo se sintió acogiza, do por Lorena cuando llegó a Afganistán, cómo le hizo sentirse uno más y cómo le llegó la influencia positiva que desprendía en la gente que estaba a su alrededor.
“Activa y llena de alegría, Lorena era el alma de nuestra oficina en Mazar. Hoy nuestros corazones están rotos”, declaró ayer la jefa de la delegación del CICR en Afganistán, Monica Zanarelli.
Sus compañeros, Glass a la cabe- destacaron que era una profesional muy dedicada a su trabajo y que se dedicaba especialmente a los niños, pacientes para los que se había preparado específicamente. Aprendió suajili trabajando en África. Había ejercido en Etiopía, Sáhara Occidental, Tanzania y Malaui.
Cruz Roja tiene siete centros ortopédicos en Afganistán para ayudar a llevar una vida lo más normal posible a los discapacitados, en particular a quienes han perdido algún miembro en los conflictos armados que azotan al país. Según el CICR, fabrican 19.000 prótesis al año.
El CICR había interrumpido temporalmente sus tareas en Afganistán por los ataques sufridos. Otro español, de 42 años, había sido secuestrado en diciembre pasado y liberado un mes después. Otros seis trabajadores de la organización fueron asesinados en febrero pasado y los dos secuestrados no fueron liberados hasta la semana pasada.
Las autoridades españolas en Afganistán están en contacto con la Cruz Roja y las autoridades locales para poder repatriar el cadáver de la fisioterapeuta lo antes posible.
Enebral había nacido en Valleruela de Pedraza, pueblo segoviano que ahora tiene 73 habitantes y que ayer canceló las fiestas de Nuestra Señora del Amparo nada más conocer la noticia en señal de duelo.
Seis muertos y dos secuestrados, que fueron liberados la semana pasada, últimas víctimas de la Cruz Roja