Puigdemont advierte que la única manera de evitar el 1-O es pactarlo
El president insiste a Rajoy: “Hasta el último minuto hay tiempo para el diálogo”
El Govern se aferra al discurso de que el contencioso entre Catalunya y España sólo se resuelve votando
La única manera que tiene el Gobierno español de evitar el 1-O es, según Carles Puigdemont, que plantee “cuándo y dónde” se puede pactar la celebración del referéndum. El presidente de la Generalitat lanzó el aviso ayer, en respuesta a Mariano Rajoy, en la tradicional rueda de prensa que el presidente de la Generalitat mantiene con los corresponsales extranjeros con motivo de la Diada Nacional de Catalunya. “Que haga un llamamiento a hablar de cuándo y dónde podemos pactar los catalanes, y nos sentaremos y vamos a pactarlo, aquí es donde puede evitar el referéndum”, advirtió.
“Hasta el último minuto hay tiempo para el diálogo, y si el Gobierno español quiere sentarse a negociar, podemos hablar de todo, estamos dispuestos a acordar todos los términos del referéndum”, remachó después de participar en la manifestación convocada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC). Una idea que desde ERC compartió su secretaria general, Marta Rovira, porque “ellos saben que si alguien quiere negociar, nosotros nunca nos hemos negado al diálogo”. Y que en nombre de la ANC también abonó su presidente, Jordi Sánchez: “Si el 29 de septiembre a las 12 de la noche Mariano Rajoy hace una oferta seria para plantear un referéndum el año 2019, yo seré el primero que aplaudiré”. A pesar de ello, el jefe del Govern mostró serias dudas acerca de que ésta sea la vía a la que recurra el Gobierno español. “¿Va a utilizar este poder que tiene el Gobierno español?”, se preguntó retóricamente. Y él mismo se dio la respuesta: “Yo lo dudo”.
“Pido una vez más al Gobierno español que reflexione y recapacite, que mire lo que ha pasado en las calles de Barcelona”, insistió. “¿Qué más tenemos que hacer para que se entienda bien que el pueblo de Catalunya quiere votar?”, remarcó, en todo caso, Puigdemont, que recordó a Rajoy que “no surgirá ningún acuerdo político a través de jueces, fiscales, policías, cloacas y estructuras de Estado ni forzando consejos de Estado y plenos del TC y dando instrucciones a fiscales”. De hecho, el mensaje de fondo del Govern era que votar es la única forma de resolver el contencioso planteado entre Catalunya y España, como verbalizó el vicepresidente Oriol Junqueras, convencido de que “esto no se soluciona de ninguna otra forma que dando la palabra a los catalanes”. Un discurso con el que cerraron filas los partidos que lo integran, PDECat y ERC, para los que la Diada Nacional de Catalunya ha sido la antesala del 1-O, que, según Marta Pascal, “será una gran votación, una gran puesta en escena de la fuerza democrática del país”.
El presidente de la Generalitat, en otro orden de cosas, expresó en la rueda de prensa con los corresponsales extranjeros su convencimiento de que no temía ser detenido antes del 1-O. “No tengo miedo porque esto no se va a producir”, sentenció, consciente de que una vez pasada la fiesta nacional de Catalunya de ayer la presión del Gobierno español aumentará. Una situación sobre la que el Govern ha lanzado una alerta ante el “discurso de la violencia” que entiende que se está fomentando desde algunos sectores y ha llamado a “no caer en provocaciones”. “De todas las narrativas que han intentado, y que han fracasado, ahora toca decir que va a haber confrontación”, avisó el propio Carles Puigdemont, mientras el conseller de Presidència, Jordi Turull, consideraba que “el Gobierno español tiene un problema de percepción de la realidad” al expresar temores en torno a que se produzca un posible brote de violencia en Catalunya.
Un discurso muy distinto, mientras tanto, fue el que formuló Miquel Iceta, líder del PSC, que realizó un llamamiento a la unidad frente a los que “quieren dividir”. “Es un día para criticar a los que quieren dividir nuestro país entre buenos y malos, entre botiflers y buenos patriotas, entre súbditos y ciudadanos, entre los que están a favor de una posición o de otra, porque el país es de todos y lo debe seguir siendo”, subrayó el primer secretario del PSC, para quien “cuando los catalanes vamos unidos somos invencibles, pero cuando vamos divididos somos incapaces de avanzar”.